Boca y River, los dos gigantes del fútbol argentino, viajan a Estados Unidos con el objetivo claro de llegar lejos en el Mundial de Clubes.
Con técnicos experimentados en el banco, planteles con nombres fuertes y el aliento de sus hinchas en los estadios norteamericanos, ambos equipos buscarán dar pelea frente a rivales con mayor poder económico.
“Voy con la expectativa más alta”, dijo Miguel Ángel Russo, quien volverá a dirigir oficialmente en la competencia que se jugará del 14 de junio al 13 de julio. “Si estamos bien, si entendemos cómo jugar, si encontramos una idea clara y cada uno cumple su rol, esa es la clave”.
Russo, de 69 años, ya dirigió a Boca en otras dos etapas (2007 y 2020-2021). Fue campeón de la Copa Libertadores 2007 y ganó dos torneos locales.
Marcelo Gallardo, el técnico más exitoso en la historia de River, fue claro: “Yo quiero ganar. No voy a ir a competir y ver qué pasa”.
“Vamos a encarar el torneo con esa mentalidad, después veremos. El funcionamiento del equipo dirá qué chances tenemos”, agregó el Muñeco, que ganó dos Libertadores, la última en 2018 ante Boca.
Con ese espíritu competitivo, ambos técnicos se proponen como primer objetivo superar la fase de grupos, donde se cruzarán con potencias europeas.
Boca debutará ante Benfica de Portugal el 16 de junio por el Grupo C. Cuatro días después enfrentará al Bayern Múnich, reeditando la final de la Intercontinental 2001. Cerrará el grupo frente al Auckland City de Nueva Zelanda, en los papeles el rival más accesible.
River, en tanto, arrancará el 17 de junio contra Urawa Reds de Japón y luego jugará ante Monterrey de México el 21. Si logra buenos resultados, llegará más tranquilo al cierre del grupo contra el Inter de Milán, reciente subcampeón de la Champions League, el 25 de junio.
Cómo llegan y sus figuras
En Boca, Russo asumió en lugar del despedido Fernando Gago, tras un semestre flojo: eliminación en la fase previa de la Libertadores y derrota en el clásico con River. Bajo un DT interino, el equipo no pasó los cuartos de final del torneo Apertura local.
Mientras la dirigencia, encabezada por Juan Román Riquelme, negocia refuerzos a contrarreloj —entre ellos Leandro Paredes, volante de la Selección Argentina y la Roma—, Russo espera por la recuperación de Edinson Cavani, afectado por una molestia muscular.
El DT también valoró el aporte del español Ander Herrera, pese a que le costó adaptarse al fútbol argentino: “Entiende muy bien su rol, es muy inteligente. Tiene mucha experiencia y es importante para manejar al equipo”.
River también tuvo un paso irregular en el torneo local, pero se metió sin problemas en los octavos de la Libertadores.
Gallardo todavía no pudo recuperar el nivel del ciclo anterior (2014–2023). Desde su vuelta a mediados de 2024, no logró títulos.
La gran esperanza es Franco Mastantuono, delantero de 17 años apodado el “Lamine Yamal” sudamericano por su desparpajo para jugar. Este torneo podría ser su despedida, ya que el Real Madrid estaría interesado.
Antecedentes
Más allá del entusiasmo de los hinchas, los últimos cruces de Boca y River contra europeos en el viejo formato del Mundial de Clubes no fueron positivos.
Boca, con Russo como DT, perdió 4-1 la final ante el Milan en 2007. River, con Gallardo, cayó 3-0 ante el Barcelona de Messi y Guardiola en 2015.
En 2018, River quedó eliminado en semifinales frente al Al Ain de Emiratos Árabes, por penales. Fue el último club argentino en jugar el Mundial de Clubes.
¿Hasta dónde podrán llegar esta vez?
“Van a tener chances Boca y River”, dijo Lionel Scaloni, técnico campeón del mundo con la Selección. “Competimos desde chicos y vamos a seguir compitiendo, aunque haya una diferencia económica grande con los mejores. Van a dar espectáculo y van a ser rivales duros”.