Benjamín Watson gritó dos veces este sábado en la victoria de General Paz Juniors por 2 a 1 frente a Unión San Vicente, en un encuentro correspondiente a la 15° fecha de la Liga Cordobesa. Y no fueron dos goles más. No sólo porque significaron tres puntos clave para el Poeta (quedó quinto), sino porque marcaron algo más íntimo y profundo: la resurrección futbolística de un delantero que necesitaba volver a sentirse importante.
Watson tuvo su formación en Instituto, donde tuvo que irse luego de haber marcado varios goles en etapas formativas. Más tarde pasó por Racing de Nueva Italia, donde el rodaje fue escaso. Y como tantas veces pasa en estos casos, la carrera empezó a llenarse de dudas, de silencios, de “findes” sin vestuario.
Este sábado, el fútbol le devolvió una sonrisa. El hijo de Sergio Watson –histórico goleador de Juniors– se despachó con un gran cabezazo para poner el 2-0. Antes abrió el marcador con un zurdazo letal tras cazar una pelota suelta en el área. La herencia parece intacta en Arenales y Río Cuarto.
Sin embargo, no todo fue alegría porque un fuerte golpe de un rival le rompió la nariz y lo obligó a salir bañado en sangre, con la camiseta blanca manchada por el esfuerzo y la entrega. El agresor vio la roja. Watson, en cambio, se fue ovacionado.
A veces el fútbol es eso: una camiseta manchada, una nariz rota y dos gritos que te devuelven el alma al cuerpo. Porque no hay estadísticas que midan el peso de un gol cuando viene después del olvido. Y este pibe, que buscó su lugar en otros clubes sin encontrarlo, volvió al barrio donde supo brillar su viejo y encontró algo mejor: la certeza de que todavía puede. Y con eso alcanza para volver a empezar.
Los resultados en Primera A:
Atlético Carlos Paz 1-Instituto 1
Argentino Peñarol 6-Atalaya 0
Camioneros 0-Universitario 2
Belgrano 4-Las Flores 0
Juniors 2-Unión San Vicente 1
Racing 0-Barrio Parque 2
Villa Azalais 3-Huracán 1
San Lorenzo 0-Talleres 1
Las Palmas 0-Amsurrbac 2
Los Andes 2-Libertad 1
Escuela 1-Cibi 1