El estadio Gigante de Alberdi se convirtió en un escenario de profundo respeto y luto para rendir un conmovedor homenaje a Miguel Ángel Russo, antes del encuentro que disputaron Belgrano y Estudiantes de La Plata por la fecha 12 de la Zona B del Torneo Clausura de la Liga Profesional.
La ceremonia, realizada antes del pitazo inicial, reflejó el sentir de todo el deporte nacional. Se llevó a cabo un minuto de silencio en memoria del director técnico, quien falleció a los 69 años este miércoles, cerca de las 19.
La atmósfera en Alberdi estuvo cargada de emotividad y buscó transmitir el respeto de todo el fútbol argentino. El tributo incluyó un saludo cordial para la familia de Russo y culminó con un cerrado aplauso de todos los presentes, en honor a su legado y a una vida dedicada a la pelota.
El homenaje tuvo una resonancia particular por la presencia de Estudiantes de La Plata. Russo no solo fue reconocido por haber conquistado la última Copa Libertadores de Boca en 2007 y por lograr títulos con Rosario Central y Boca en sus últimas etapas, sino también por ser un símbolo del equipo platense.
Miguel Ángel Russo, nacido en Valentín Alsina, fue un talentoso volante central que desarrolló toda su carrera en Primera División con la camiseta de Estudiantes. Disputó 435 partidos y convirtió 11 goles entre 1975 y 1988, siendo considerado uno de los pocos one-club men (jugadores de un solo club) del mundo. Con el “Pincha” ganó dos títulos locales: el Metropolitano 1982 y el Nacional 1983.
El fútbol argentino despide así a una de sus figuras más queridas, quien batalló contra un cáncer diagnosticado en 2017. A pesar de los tratamientos y las operaciones, Russo priorizó lo deportivo por sobre la enfermedad y se mantuvo activo, dejando un legado imborrable en el deporte nacional. El director técnico, que había desmejorado en los últimos tiempos, fue despedido con honores en todo el país, incluido este emotivo homenaje en el campo de Belgrano.