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Belgrano a tope. El Pirata jugó un partidazo en un Gigante colmado como siempre o más, le ganó 4-3 a Boca para mantener su invicto en la Copa de la Liga Profesional y también para treparse a la cima de la Zona 2, con 14 puntos.
Además, el Celeste alcanzó las 50 unidades en la tabla anual y está en zona de clasificación a la Copa Sudamericana en una noche que disfrutó, y también sufrió. Lo ganaba 1-0. Perdía 1-2, lo empató 2-2, pasó al frente 4-2 en un partido de local, y aguantó con el 4-3 casi todo el segundo tiempo.
La “B” se puso rápido en ventaja. A los dos minutos, con un tanto de Lucas Passerini.
A los 19 minutos, Darío Benedetto marcó la igualdad para el Xeneize.
A los 29 minutos de la misma etapa inicial, Boca lo dio vuelta con el gol de Miguel Ángel Merentiel.
A los 33 minutos del primer tiempo, Juan Barinaga marcó el tanto del empate para Belgrano.
A los 38 minutos del primer tiempo, otra vez Lucas Passerini puso en ventaja al Pirata. Otra vez definió con zurda en el corazón el área para el 3-2.
Antes de cerrar la primera etapa, a los 45 minutos Esteban Rolón, jugador de Boca a préstamo en Belgrano, marcó el 4-2 para el Celeste en el Gigante.
En el complemento, a los 11 minutos, Miguel Ángel Merentiel volvió a ganarle a la defensa de Belgrano y marcó el descuento de Boca.
El partido de Belgrano y Boca
Belgrano arrebató con el gol de Passerini, que definió con magia: esperando al momento justo para dejar sin chances el arquero. Todo pasó después de una arremetida por el medio de la defensa.
Tras el gol, creció Boca. Tomó espacios y logró el dominio de la pelota para empezar a jugar en el campo de Belgrano.
Y cuando parecía que Belgrano lo tenía controlado... un mal pase de Marín, que había propiciado el 1-0, terminó en el empate de Boca (pase de Merentiel y definición de Darío Benedetto a los 19).
A Belgrano le hicieron la misma jugada, pero desde el otro costado. Pelota a la espalda del lateral... desborde y pase al medio para el gol. Esta vez de Merentiel y Boca se puso arriba 2-1.
Belgrano quedó regalado. Benedetto falló en un mano a mano con Losada: la pelota dio en el travesaño y se complicó. La gente pedía reacción, pero ese momento del partido era un drama. Iban casi 30.
Un minuto después, Belgrano volvió al partido. Cabezazo de Barinaga y empate. Delirio total en Alberdi. Fue un renacer.
Tanto, que unos minutos después a los 35, Passerini metió el 3-2. Era un partidazón. Y lo fue más con el 4-2 de Rolón. Ese primer tiempo fue un infierno celestial.
La pregunta en el arranque del segundo tiempo era si ese partidazo seguiría. La primera respuesta fue el ritmo: más bajo. Ojo, no las emociones. Boca descontó por Merentiel a los 12. Por supuesto, se trató de otro error defensivo: otra vez a Belgrano lo debordaron por los costados y le definieron en el área chica. Un 4-3 es eso: muchos errores defensivos. Es también un show para el público neutral. Para Belgrano, era un partido incómodo.
Los cambios de Belgrano fueron para aguantar. El DT Guillermo Farré armó una línea de cinco y llegar al arco de Boca pareció una odisea. Boca, obvio, creyó. Los siguientes cambios de Farré, con Rojas y García, pretendían esa calma que el equipo necesitaba en esos instantes finales. Y Belgrano lo aguantó y resistió. Y se dio de regalo una noche maravillosamente trabajada, la del 4-3 a Boca.
