Hay triunfos que se cotizan con un valor especial, y este conseguido por Belgrano sobre Boca (2-1) lo vale. El equipo fue a la Bombonera siendo punto y se trajo todo lo que había en juego para meterse en zona de playoffs y elevar su ánimo al máximo de cara a la semifinal de la Copa Argentina del próximo jueves.
El Pirata supo resistir: tuvo en su arquero a la figura y en Passerini al abanderado de aguantarla para sostener a Boca, por pasajes del juego, lejos de su área. Y cuando los centros llovieron —lo que hace una semana fue un dolor de cabeza ante Estudiantes—, se corrigió para que los tres puntos viajaran a Alberdi.
El equipo mostró personalidad y carácter para resistir en una cancha colmada que “se venía encima” en cada ataque del Xeneize, que fueron muchísimos a lo largo del partido. Fue como una muestra de élite de lo que la gente le pide a este grupo, de lo que pretende que el jueves haga en el estadio de Central por la Copa Argentina.

Arranque complicado: Belgrano supo “sufrir”
En una primera parte de gran ritmo, al Pirata le costó hacer pie por las bandas, porque el local ensanchó bien el campo y rompió con sus laterales lanzados en ataque. Fue el momento en el que Barinaga complicó a Spörle y Blanco le ganó constantemente la espalda a Compagnucci.
En medio de un partido que se jugó sin freno en la mitad de la cancha, el local contó con tres ocasiones netas para abrir el marcador. En dos hubo buenas intervenciones de Cardozo, y en la restante fue Morales quien despejó desde la línea.
Por su parte, el cordobés careció de velocidad para ganar metros en las contras. Passerini supo aguantar y resistir la pelota, pero no logró imprimir vértigo a las jugadas. “Uvita” Fernández no tuvo gravitación, aunque se mostró en busca de ser opción de pase.
Compagnucci tuvo la más clara del Celeste a los 8 minutos, cuando Marchesín despejó mal y él demoró en controlar y rematar.
Boca tuvo en Paredes al director de orquesta y en Merentiel a quien más exigió a la defensa, pero no pudo romper el cero. Por el lado de la “B”, hubo chispazos de Zelarayán, pero muy pocos, y Metilli se sumergió en la imprecisión con demasiada frecuencia.

Goles y victoria: Belgrano se impuso en La Bombonera
En el arranque del segundo tiempo, el partido entró en el ritmo que mejor le quedaba a Belgrano, porque todo fue empujones y nervios de un Boca que se encontró desbordado por las contras del cordobés.
Hubo penal de Di Lollo a Passerini y, después de discutir un largo rato —y de que el árbitro Dóvalo mostrara toda su falta de personalidad y lo inentendible que resulta que sea juez de Primera—, el “9” lo cambió por gol para el 1-0. Un puñado de minutos después, un tiro libre del Chino dio en el botín de Paredes y fue 2-0 para el Pirata, ante la sorpresa de todo el estadio.
La Bombonera fue una locura de gente gritando y empujando al local. Los nervios se apoderaron de todos: unos por estar perdiendo y otros por no poder cerrar un ataque. El ingresado Zeballos, que hacía dos minutos estaba en cancha, descontó de zurda y el vértigo volvió a escena.

El Pirata se dejó ganar por el frenesí del local y otra vez las imprecisiones estuvieron en los botines de Metilli. Se fundió Compagnucci, y Morales —que la pasó mal con el “Changuito”— fue la imagen de una etapa del partido en la que resistir era la idea del visitante y empujar, la del local.
Belgrano no logró que “el Chino” fuera manija, y el Xeneize se le vino encima. Un centro tras otro, y lo que había sido un dolor de cabeza una fecha atrás se corrigió: Morales, López y Maldonado despejaron todo para que los puntos viajaran a Alberdi y la ilusión de un equipo ganador se mudara de la Boca a Rosario.