Se terminó el suspenso —si es que alguna vez lo hubo— en la Bundesliga. El Bayern Múnich volvió a salir campeón en Alemania, por 34ª vez en su historia, y ya nadie se sorprende. Pero sí hay una novedad: el eterno subcampeón Harry Kane al fin gritó campeón.
El equipo bávaro se aseguró el título luego de que el Bayer Leverkusen, dirigido por Xabi Alonso, no pasara del empate 2-2 frente al Friburgo.
Con ese resultado, y después de que el Bayern rescatara un empate agónico el sábado ante el Leipzig (3-3), los de Munich se consagraron matemáticamente.
Así, mientras el Leverkusen empieza a mirar hacia adelante —posiblemente sin su DT estrella, que suena para volar a Inglaterra—, el Bayern volvió a hacer lo que mejor sabe: levantar copas.
Y entre los festejos, hubo uno que no pasó desapercibido: Harry Kane, goleador serial y dueño de una historia repleta de goles pero vacía de títulos, alzó su primer trofeo como profesional. Tardó, pero llegó.
El fútbol da revancha. Y el Bayern, como siempre, da vueltas olímpicas.