Seguramente, cuando se acerque la hora del partido y el colectivo se acerque al barrio de Alta Córdoba, al estadio Monumental Presidente Perón, Thomas Ortega sentirá un cosquilleo especial en el cuerpo.
La final de Copa Argentina que disputarán Independiente Rivadavia de Mendoza y Argentinos Juniors este miércoles tendrá muchas historias especiales, y Ortega vivirá un momento único.
Volverá a jugar un partido decisivo en una cancha que le trae grandes recuerdos: fue parte del equipo que alcanzó la Gloria y quedó en la memoria.
Una final histórica en el estadio de la Gloria
El estadio Monumental Presidente Perón de Instituto de Córdoba albergará por primera vez una final de Copa Argentina después de tres años.
Desde las 21.10, la Lepra buscará ser el primer equipo mendocino en conquistar un torneo nacional, mientras que Argentinos Juniors, con el máximo goleador del certamen, Tomás Molina, intentará romper una sequía de 15 años.
El partido se podrá ver en vivo por TyC Sports. Dentro de la delegación de Independiente Rivadavia se encuentra Thomas Ortega, ex futbolista de Instituto.
Thomas Ortega, del ascenso a la final
Thomas Ortega, lateral izquierdo de 24 años, llegó a Instituto en 2022 como refuerzo para la segunda parte del certamen.
Fue parte del plantel que logró el ascenso bajo la conducción de Lucas Bovaglio, aunque apenas jugó siete partidos. Su paso fue breve, pero dejó huella y un cariño especial por la institución.
Nacido el 6 de diciembre de 2000 en Rafael Calzada, Buenos Aires, Ortega debutó profesionalmente en Independiente de Avellaneda en 2020 frente a Racing, sumando 40 partidos entre Liga Profesional y Copa Sudamericana. Luego recaló en Tristán Suárez, donde se consolidó entre 2023 y 2024.
“Estoy en crecimiento, ganando confianza partido a partido después de algunas lesiones que tuve en este semestre. Estoy en busca de mi mejor versión”, contó en ese momento.
Su llegada a Independiente Rivadavia
En enero de este año, Ortega se sumó a Independiente Rivadavia de Mendoza, apostando por uno de los mejores valores del ascenso.
Jugó 8 partidos en el Torneo Apertura, 11 en el Torneo Clausura y tres en esta Copa Argentina histórica.
No solo fue utilizado como lateral izquierdo, sino también como interior izquierdo, mostrando su polivalencia.
Aquel jugador que fue dejado libre por Independiente de Avellaneda tuvo la resiliencia suficiente para reinventarse: ascendió con Instituto, se fogueó en el ascenso y ahora va por otro título en una cancha muy especial… la de la Gloria.
