Lucas Victoriano se está despidiendo de Instituto. En el triunfo de su equipo ante Boca por 76-72 en el sexto partido de la final de la Liga Nacional pareció que fue el último del entrenador en el estadio Ángel Sandrín. Victoriano festejó y se emocionó con el cariño/amor de los hinchas.
La Gloria estiró al séptimo y último partido la definición y el técnico no quiere desviarse del objetivo. "Hay muchas posibilidades de que así sea (que deje el club). Por eso, por eso la emoción, el agradecimiento, pero no quiero que nos centremos en eso porque el equipo hizo un laburo impresionante", confesó Victoriano.
“Forzamos a un equipazo como Boca al séptimo partido de la final que en la previa para mucha gente ya estaba y un poco más le daban la copa a Boca y ahora tenemos que jugar allá en Buenos Aires con nuestras armas, con nuestros defectos, con nuestras virtudes y y tratar de volver a dejar todo, salir vacío como lo hacemos todos los partidos porque es nuestro ADN”, sumó el técnico tucumano.
-Viviste un séptimo partido como jugador, es algo único que ¿Qué lo define? ¿Qué lo puede hacer decisivo?
-Lo que está pasando ahora con los dos equipos que es todo emocional, de momentos, rachero... En el primer tiempo Boca estuvo bien, estuvo cómodo, nosotros no encontramos ninguna facilidad para anotar, y después en el segundo tiempo, sobre todo en el tercer cuarto, que están siendo muy buenos para nosotros en la parte defensiva, donde podemos hablar tras el primer tiempo, hablamos, nos ponemos de acuerdo, empezamos a buscar vías donde podemos hacer más daño y bueno, el tercer cuarto de este partido también fue muy bueno para ponernos por delante y y sobre todo para que nosotros mismos nos convenzamos de que el partido era de atrás para adelante Pero necesitamos anotar. Muchas veces defendemos pero hay que no hay que olvidarse de atacar porque tenemos jugadores que lo pueden hacer muy bien.
-¿Qué destacas que hizo Instituto para revertir estar 14 abajo y pasar a ganar?
-Bueno, hablamos un poco de las caras, estábamos medio preocupados porque no encontrábamos esa facilidad para anotar y había que cambiar un poco el humor. Normalmente se cambia el humor con tres acciones buenas defensivas y tres anotaciones. Lo pudimos hacer. Nos pusimos arriba. Creo que eso nos dio envión, nos puso de nuevo energéticos. Ya cambiaron, la manera de de defender era otra. Es ese segundito que solo los entrenadores sabemos cuando uno llega tarde porque está pensando en la acción anterior, dejó de existir, estaban todos conectados y pudimos pudimos forzar un partido, creo que ganamos merecidamente y pudimos forzar el séptimo partido que ahora sí está para cualquiera.
-¿Cómo puede ser el séptimo partido?
-Y me gustaría que pase todo lo que pasó en este, en el primer partido, o sea, que si quieren, que Boca vaya ganando en el primer tiempo y después seamos campeón nosotros. Pero vamos a jugarlo con el corazón los dos equipos, con emociones, como le estoy diciendo, no hay demasiadas cosas tácticas donde podamos ahondar, cambiar. Nosotros llevamos 11 meses trabajando de una manera y es muy difícil replantarse otra cosa. Sí, tenemos que hacer muy bien lo que sabemos hacer y yo creo que Boca debe ser pensar lo mismo. Entonces, va a haber una guerra ahí de de estados emocionales, de ansiedad, de manejar los nervios y y ojalá estemos serenos y que podamos tener el mejor partido posible, nuestra mejor versión, porque para ganar en la Boca hay que tener nuestra mejor versión y estoy convencido que lo podemos hacer.
