La actuación de Instituto, de Atenas y de Independiente de Oliva está bajo lupa tras completar la fase regular de la Liga Nacional de Básquetbol. Después de los 38 partidos, el equipo de Alta Córdoba y el elenco de General Bustos llegaron a los playoffs, mientras que el conjunto de Oliva quedó en el camino y descansa.
¿Cumplieron con las expectativas la Gloria, el Verde y “la I”, más allá de los resultados? Cómo fue el camino desarrollado por Instituto, por Atenas y por Independiente en la dura, difícil y larga competencia argentina.
La Gloria quedó entre los cuatro primeros que se clasifican de manera directa a los cuartos de final, mientras que el Verde disfrutó de su retorno a la Liga Nacional (tras el descenso en 2023) y sacó pasaje a la Reclasificación.
Instituto, siempre protagonista
Desde que Lucas Victoriano llegó, en 2021, Instituto nunca se bajó de los cuatro mejores en la fase regular. El entrenador de sumó el camino victorioso de la Gloria, ya metido entre los mejores de la competencia.
El Albirrojo parte cada temporada con la obligación de pelear arriba. En una campaña 2024/2025 en que se metió entre los cuatro mejores de la Basketball Champions League Americas, Instituto finalizó la fase regular de la Liga Nacional con 26 victorias y 12 derrotas, en el tercer puesto.
Victoriano repite que, “más que la posición final, me baso más en el juego, en cómo llega el equipo a los playoffs”.
Como en su primer año dirigiendo a Instituto, en la temporada 2021/2022, el equipo quedó tercero. Aquella vez, con balance de 25 triunfos y de 13 caídas, fue campeón de la Liga Nacional.
En la 2022/2023, la Gloria terminó con el “1″ en la fase regular, con 31 victorias y siete derrotas, mientras que en la pasada, la 2023/2024, fue segunda con 27 ganados y 11 perdidos.
Instituto se anota nuevamente para llegar a la final. Con más o menos plantel, siempre es candidato a llegar a la serie decisiva. En la presente campaña, el equipo de Alta Córdoba mezcla jugadores con experiencia, como Leandro Vildoza, Javier Saiz y Nicolás Copello (el único campeón de la Liga con la camiseta albirroja) con jóvenes cargados de talento, como Alex Negrete y Lee Aaliya.

A ellos se suman jóvenes con recorrido en el club yen la Liga, como Bautista Lugarini y el uruguayo Nicola Pomoli.
Instituto cumplió en la fase regular con la historia reciente entrando a los cuartos. Pero esa misma historia también le exige estar entre los cuatro mejores de la temporada y, por qué no, llegar al último partido, jugar la final.
Atenas, con méritos propios
Después de los primeros dos partidos en su regreso a la Liga Nacional, tras consagrarse en la Liga Argentina para dejar atrás el descenso, pocos podían imaginar la destacada fase regular cumplida por Atenas. El Verde se estrenó con el campeón Boca (derrota 69-81) y en el clásico contra Instituto (caída 74-87) en el flamante estadio de barrio General Bustos.
Con la base del plantel que conquistó el ascenso, reforzado por Leo Lema y por Manu Buendía, el trabajo del entrenador Gustavo Peirone fue fundamental para que el elenco de barrio General Bustos diera un paso al frente en rendimiento para terminar la fase regular con 19 victorias e idéntica cantidad de derrotas. Acomodó roles y manejó egos para sacar lo mejor del equipo. Con identidad.
El puesto 12 tiene sabor a poco teniendo en cuenta que pasó gran parte de la temporada por encima del 10º. Un par de caídas al final, sumadas a la ausencia por lesión de Lema, su mejor jugador, lo llevaron al último escalón de la clasificación a la Reclasificación.

Pero la tarea de Atenas es más que meritoria. Es desde la temporada 2017/2018 que el club más ganador de la Liga no juega los playoffs. Obras será un duro examinador del Verde en la Reclasificación, o los octavos de final, pero el equipo del “Negro” Peirone sabe a lo que juega y lo mostró a lo largo de la temporada con actuaciones destacadas y grandes triunfos.
Atenas, tras una campaña más que buena, quiere dar el golpe y meterse entre los ocho mejores de la Liga. Tiene con qué.
Independiente quedó en deuda
En Oliva van paso a paso, creciendo. Crecen como institución y crecen en la Liga Nacional. Por eso, en su tercera temporada en la elite, y apostando a un plantel joven, el más joven de la competencia, quería subir un escalón. Pretendía mejorar lo realizado. Contaba con un equipo para soñar. El objetivo era meterse en los playoffs.
Un inicio muy bueno, cargado de victorias, llenó de expectativas a la ciudad. Pero la lesión en el tobillo de Enzo Filippetti y su larga ausencia, tras la operación, cambiaron el rumbo de “la I”. Independiente no pudo corregir la ausencia del pivote, que era ideal para el juego propuesto por el histórico entrenador Martín González, y sumó más frustraciones que alegrías.

Además, pocas veces el elenco lució una defensa para sustentar un ataque con poder anotador. En el medio, se dio el gusto de conquistar su primera victoria en la Liga Nacional frente a Instituto.
No supo cambiar el rumbo con la llegada, en enero, del experimentado Patricio Tabarez, ni con el regreso de Filippetti, y penó hasta poco antes del final de la fase regular por la permanencia.
Igual, a cinco fechas del cierre, aseguró su lugar en la elite. Pero mirará por televisión los playoffs.