Jaylen Brown fue premiado como el Jugador Más Valioso (MVP) de la última final de la NBA que Boston Celtics le ganó a Dallas Mavericks para ser el campeón. Brown promedió 23,9 puntos, el máximo de su carrera, en los playoffs en camino al título 18 de la historia para los Celtics.
El escolta de Boston no es un jugador más. Para muchos es “demasiado inteligente” para jugar en la NBA. Se convirtió en el primer jugador en ganar el premio MVP sin formar parte de un equipo All-NBA (Juego de las Estrellas desde Andre Iguodala en 2015, según ESPN Stats & Information.
Brown es una persona con un amplio bagaje de conocimientos e interesado en temas que van mucho más allá de su capacidad para jugar al básquetbol. Se involucró en luchas raciales. En 2020 manejó 15 horas de Boston hasta Atlanta para participar de una de las tantas manifestaciones en protesta por el fallecimiento de George Floyd, el hombre afroamericano que fue asfixiado hasta la muerte por el policía Dereck Chauvin en Powderhorn, Minneapolis.
En 2019, el campeón de la NBA fue nombrado como miembro del prestigioso MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts por sus siglas en inglés). Media Lab colaboró para crear el Programa Bridge, que asesora a jóvenes de raza negra y estudiantes de secundaria de Boston interesados en seguir carreras en programas STEM. Se trata de programas educativos comprendidos en un acrónimo: ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
El entrenamiento bajo el agua
El propio jugador se encargó de mostrar en su cuenta de X (ante Twitter) de su sorprendente y espectacular entrenamiento bajo el agua en una pileta. El escolta del campeón publicó fotos de él haciendo ejercicio bajo el agua. “Toma esta foto antes de que me ahogue”, escribió.
En una de las imágenes, Brown está de pie en el fondo de la pileta mientras dribla una pelota de básquet con su mano izquierda y sostiene una mancuerna con la otra.
En otra foto, Brown está boca abajo, en el fondo de la pileta, con dos mancuernas.
El año pasado renovó su vínculo con los Celtics por cinco años a cambio de 304 millones de dólares, el contrato más elevado en la historia de la NBA.
