Las Finales de la NBA 2025, que enfrentan a Oklahoma City Thunder (el mejor equipo de la fase regualar) e Indiana Pacers (en altísimo nivel en Playoffs), está generando preocupación en la liga debido a una drástica caída en sus cifras de audiencia televisiva. Este descenso es particularmente sorprendente si se compara con el notable crecimiento que experimentaron las rondas previas de los Playoffs de la actual temporada.
Los datos crudos de la audiencia
El segundo partido de las Finales, que tuvo lugar este domingo, registró una audiencia de 8,76 millones de espectadores en ABC. Esta cifra representa una caída del 29% en comparación con el Juego 2 de las Finales de 2024, que enfrentó a los Celtics y los Mavericks.
Lo más alarmante es que el Juego 2 de 2025 se convertió en el segundo partido de Finales menos visto desde la “burbuja” de 2020 (Miami Heat vs. Los Angeles Lakers, con 6,78 millones de espectadores), un evento que coincidió con la cobertura mediática de la hospitalización del presidente en funciones por Covid-19. Si excluimos el contexto de la pandemia, esta cifra lo posiciona como el Juego 2 menos visto desde 2007, cuando el enfrentamiento entre Cleveland Cavaliers y San Antonio Spurs (8,55 millones de espectadores) compitió con el final de la serie Los Soprano.
De hecho, las Finales de la NBA 2025 marcan la segunda ocasión en la era de los medidores de audiencia Nielsen (desde 1988) en la que ni el primer ni el segundo partido logran alcanzar los 9 millones de espectadores. Estos son “datos muy duros para la competición”.
Contraste con el éxito de los primeros Playoffs
Esta situación contrasta fuertemente con el gran interés que generaron las primeras rondas de los Playoffs de la misma temporada. La fase final actual de la NBA había reportado un crecimiento de audiencia superior al 30% respecto al año anterior en Estados Unidos. La audiencia media en los partidos de las dos primeras rondas de la fase final fue de 4,92 millones de espectadores, una cifra significativamente mayor que los 3,74 millones promedio del año pasado.
Las semifinales de Conferencia, por su parte, registraron una audiencia media de 6,14 millones de personas, un 28% por encima de las de 2010. Incluso, el primer encuentro de la final de la Conferencia Este entre Chicago Bulls y Miami Heat alcanzó la cifra de 11,1 millones de televidentes, un récord para un partido de la NBA transmitido por cable desde el último All-Star de Michael Jordan en 2003.
Las posibles causas de la baja audiencia en las Finales
Varias razones se han señalado para explicar esta sorprendente caída en las Finales:
- Falta de competitividad en el Juego 2. Después de una victoria ajustada de Indiana (111-110) en el primer partido, Oklahoma City Thunder dominó de manera contundente el Juego 2 (123-107). La falta de un duelo cerrado en este segundo encuentro pudo haber desincentivado a la audiencia.
- Enfrentamiento entre equipos de “mercados pequeños”. El duelo entre Indiana Pacers y Oklahoma City Thunder involucra a dos franquicias que no pertenecen a los grandes mercados mediáticos de la liga, lo que históricamente puede impactar en la audiencia nacional.
Implicaciones y preocupaciones para la NBA
Esta baja audiencia en el evento cumbre de la temporada genera varias preocupaciones para la NBA.
- Percepción de la competitividad. La disminución en las cifras puede indicar una “falta de emoción” en la serie final, lo que es un problema para una liga que busca mantener el interés de sus aficionados a nivel global.
- Impacto en futuras negociaciones. Curiosamente, las cifras positivas de las primeras rondas de los playoffs habían sido utilizadas por los jugadores para argumentar que la situación económica de la NBA no era tan precaria como la presentaba el comisionado David Stern en las negociaciones. La baja audiencia en las Finales podría debilitar este argumento o generar nuevos desafíos en futuras negociaciones de derechos televisivos o salarios, ya que las audiencias son un factor clave en estos acuerdos.
Deterioro de la marca. Aunque no se especifica directamente, consistentemente bajas audiencias en las Finales podrían, a largo plazo, afectar el atractivo general de la liga y su valor de marca, lo que podría repercutir en patrocinios y acuerdos comerciales.
En definitiva, mientras los primeros tramos de los Playoffs NBA 2025 fueron un éxito en términos de espectadores, las Finales entre Indiana y Oklahoma City han mostrado una tendencia preocupante, con cifras que obligarán a la liga a analizar las razones detrás de esta desvinculación de la audiencia y a considerar posibles estrategias para reavivar el interés en sus momentos cumbre.
Por ahora, las nuevas figuras no alcanzan. Nadie puede desconocer el presente deportivo y el impacto que tienen en sus equipos Shai Gilgeous-Alexander (Oklahoma City Thunder) y Tyrese Haliburton (Indiana Pacers). Pero claramente ese impacto, al menos por ahora, no logra quebrar las fronteras de sus propios equipos.
La serie está 1-1 y tendrá su continuidad este miércoles, desde las 21.30, en Indiana.