La Selección Argentina de Básquetbol sumó la segunda victoria seguida camino al Mundial de Qatar 2027. En el estadio de Obras, y con mucha facilidad y amplitud superó a un pobre seleccionado de Cuba por 105 a 49.
Es la máxima diferencia histórica (56 puntos) de Argentina en torneos FIBA, superando a los 44 de ventaja ante Uruguay en 2018 por la clasificación al Mundial 2019.
Tras el triunfo en La Habana por 80-68, el equipo nacional, esta vez dirigido por Pablo Prigioni, mostró las diferencias de calidad entre un equipo y otro en la segunda fecha de las ventanas clasificatorias a la próxima Copa del Mundo.
Argentina mostró diferencias desde el segundo capítulo. Le costó acomodarse en el primer cuarto, pero una vez que hizo pie en defensa, aplastó a un seleccionado cubano inferior y que además tuvo ausencias de peso.
La Selección volverá a jugar en febrero y marzo, de local frente a Uruguay y Panamá.
El encuentro contó con la presencia como espectadores de Marcelo Milanesio y Héctor Campana, en el homenaje a Ricardo González, capitán de la Selección Argentina que fue campeón del mundo en 1950.
El partido de la Selección Argentina
La Selección repitió formación inicial, con el cordobés José Vildoza, Gonzalo Corbalán, Nicolás Brussino, Juan Fernández y Francisco Cáffaro. Mientras que los cubanos sin dos titulares y destacados del primer duelo como Karel Guzmán y Pedro Bombino. Tampoco jugó Reynaldo García, quien se quedó en el banco.
Argentina marcó el terreno de entrada, con un 6-0 en dos minutos y medio. Pero como le pasó en el cotejo anterior, estuvo errático el elenco nacional en tiros de tres puntos. Hasta que Nicolás Brussino convirtió el primero (en seis intentos), aunque los cubanos ya mostraron una versión mejorada, aun con todas sus limitaciones, empataron en 11 con poco más de tres minutos por jugar.
El seleccionado argentino lució ansioso, incluso con Facu Campazzo y Gabriel Deck en cancha. Anotó apenas 2/10 en triples, ambos convertidos por Brussino, y le bastó para quedarse con el primer capítulo por 19-18.
Ante las falencias y dudas que Argentina mostró en el ataque, se sustentó en la defensa para empezar a construir la ventaja. Le permitió correr y anotar sin sufrir en el ataque estacionado, liderados por Alex Negrete. El ex Instituto encabezó la ofensiva del seleccionado de Prigioni.
Además, Fernández y principalmente Cáffaro, sacaron diferencias con su tamaño cerca del aro y Argentina sacó 10 de ventaja: 37-27 con dos minutos en el reloj.
Mejor Argentina ante las limitaciones de Cuba, se quedó con el segundo episodio por 41-27.
La pobreza individual y colectiva de Cuba quedaron más expuestas con el correr el partido, con el desgaste. Demoró 4′20 en anotar en el tercer cuarto y Argentina, con un parcial de 13-0 y muchas facilidades para anotar, alargó la diferencia 54-27.
Deck hizo su aparición con su calidad y el equipo de Prigioni se quedó con el tercer episodio por 75-40.
Con la diferencia establecida y el partido definido, Argentina igual afrontó con seriedad el último capítulo. El entrenador le dio minutos a los jugadores con menos acción para quedarse con facilidad con el encuentro y mantener viva la ilusión de volver al Mundial en 2027 tras su última ausencia.
