La selección argentina de básquetbol no pudo repetir el título en la AmeriCup logrado en 2022 en el clásico frente a Brasil. Tres años después, el seleccionado brasileño fue más y se consagró en Nicaragua.
En una final de bajo goleo, Argentina se quedó con la manos vacías al caer 47-55. De todas maneras, se lleva mucho de positivo del torneo el equipo nacional y el entrenador Pablo Prigioni para encarar desde noviembre las eliminatorias al Mundial de Qatar 2027.
Pero en el partido decisivo le costó el ataque a la selección. Anotando apenas el 14,8 por ciento en triples (4/27) careció de armas para lugar ante un Brasil que lució más fuerte. Pese a la defensa, que bajó el poder anotador del rival, y a imponerse en la lucha rebotera, Argentina no pudo en la definición.
El partido de Argentina
Con la confianza de los últimos resultados, la selección sacó la primera ventaja en el clásico, con sus cinco jugadores iniciales anotando. Tras una conversión de Juan Fernández, Argentina se puso 13-10 en cinco minutos.
Pero perdió tres pelotas el equipo de Prigioni y Brasil lo aprovechó para correr y anotar en velocidad (11 puntos de contragolpe) para dar vuelta el marcador y quedarse con el primer segmento por 16-15.
Al seleccionado nacional le costó mucho anotar en el inicio del segundo segmento, pero con su defensa le impidió anotar a Brasil. Argentina demoró cinco minutos en anotar, pero los brasileños apenas sacaron cinco de luz.
Además de la defensa, el elenco nacional ganó con autoridad el rebote en el aro ajeno para tener tiros de segunda instancia. No siempre lo pudo aprovechar por los fallos, pero Brasil no se pudo escapar.
Dos triples seguidos de Yago le dieron la máxima a los brasileños, 29-20 con tres minutos en el reloj. Mientras, Argentina no se entregó aun cuando le costó el ataque estacionado, anotó apenas 9 puntos y se fue al descanso perdiendo 24-31.
Argentina abrió la segunda mitad con un 4-0 en poco más de un minuto, pero Brasil endureció su defensa y respondió con 9-0 y logró la máxima parcial de 40-28 en 4′30 del tercer episodio.
La selección, con la lucha que juego, trató de achicar, otra vez con un 4-0 a favor, pero Brasil y el partido, se jugó al ritmo de Yago. El base brasileño, un mini Campazzo, fue pura intensidad atrás y mucha velocidad adelante, manejó los tiempos.
A partir de las carencias ofensivas, el equipo nacional apeló a la marca, y siguió ganando los rebotes en el aro rival para dar batalla y mantenerse en juego. Logró achicar 36-42 cerrando el periodo.
En el periodo final luchó la selección pero estuvo más firme Brasil para llegar al cierre sin sobresaltos, tomarse revancha del 2022 y gritar campeón.