El 20 de abril de 1986 Michael Jordan anotó 63 puntos, récord de anotación en los playoffs de la NBA. En la actualidad, con grandes goleadores en la Liga de las estrellas, la marca de “Su Majestad” con la camiseta de Chicago Bulls, se mantiene imbatible.
Para Jordan eran sus primeros grandes partidos en los playoffs. En 1986 era apenas su segunda temporada en los partidos de postemporada para “Air”. Estaba sacando a los Bulls de la “ruina”.
El partido fue en el viejo Boston Garden, el estadio conde los Celtics se hicieron grandes. Se disputaba el segundo partido de la primera ronda de los playoffs entre los locales y los Bulls.
Dos días antes, Danny Ainge, una de las figuras de Boston, y Jordan fueron a jugar al golf. “Su Majestad” que siempre buscaba grandes retos para motivarse, como quedó demostrado en su serie El último baile, le dijo a Ainge: “Mañana les voy a meter más de 50 puntos, voy a patearles el culo”.
Ainge era el escolta de aquel equipo de los Celtics y le respondió: “Te spera una sorpresa. Dennis Johnson ha pedido encargarse de ti y ya sabes lo que eso significa”. Era uno de los mejores defensores de la NBA.
Jordan había dado muestras de su capacidad. En el primer partido de la serie anotó 49 puntos. Igual, los Celtics, camino al título, vencieron a un Chicago que venía en construcción de la mano del “23″.
El encuentro recién se definió tras dos suplementarios, con victoria de los Celtics por 135-131. Jordan desplegó todo su repertorio para anotar los 63 puntos y sin triples. Fueron 22 dobles anotados más 19 tiros libres.
Fue la marca anotadora más alta en un partido de playoffs superando el récord de Elgin Baylor, 61, también en el Garden y a los Celtics, un 14 de abril de 1962.
Después del partido y de la demostración de “Su Majestad”, Larry Bird, la estrella de los Celtics, confesó: “Me enfrenté a Dios disfrazado de jugador de básquetbol”.
