Registro al ras de una vida extraordinaria, el diario de Virginia Woolf (1882-1941) marca una cima del género a la vez que permite acceder a una versión distinta -espontánea, veloz, informal- de la siempre impecable escritora británica.
El primer volumen de la serie de cinco que preparó Anne Olivier Bell -sobrina política de Woolf- y que se imprime ahora en la Argentina cubre los tempranos años 1915-1919 de la estela de la autora, periodo signado por la Primera Guerra Mundial y la publicación de sus dos primeras novelas, Fin de viaje (1915) y Noche y día (1919).
En el medio, las anotaciones íntimas abren la mirilla a una moderna sociedad inglesa presente de manera nítida en la rutina agitada de la pareja que conformaban Virginia y su esposo Leonard, rebosante de visitas domésticas, actividades grupales y fugaces desplazamientos a Londres.
Virginia y L., como lo llama ella en sus escritos, se habían mudado al barrio alejado de Richmond por los frecuentes ataques de locura que ella había padecido, inestabilidad que vuelve a asediarla apenas comenzado el diario y que deja un vacío de dos años y medio entre febrero de 1915 y agosto de 1917.
No hay sin embargo rastros de desesperación en los luminosos esbozos cotidianos que rodean a ese paréntesis, y que ganan en sobriedad, reflexión y soltura a medida que avanzan las páginas. Observaciones del clima y la naturaleza se alternan con picnics, paseos en bicicleta y eventos en la metrópolis, donde Virginia asiste a conciertos, bibliotecas y clubes de sofisticación cultural.
El afamado círculo de Bloomsbury y otros personajes de época desfilan captados vivazmente por el ojo de lince de la escritora, igual de lúcida, despiadada y exigente para con la realidad y la ficción. El biógrafo Lytton Strachey y la narradora Katherine Mansfield -a quien los Woolf publican con su incipiente editorial Hogarth Press- ocupan la mayor parte de los escrutinios de carácter que ensaya Woolf, que tiende a profesarles tanto admiración como desprecio.
No menos aguda es la mirada de Woolf hacia sus criadas, el pueblo o los progresistas y conservadores que la rodean, así como consigo misma y su arte: recién en las últimas páginas la autora le concede algún valor al diario, en el que advierte una forma abierta ligada a la experiencia capaz de ser trasladada a sus novelas.
El cese de bombardeos coincide con la salida al mundo de Noche y día, suceso que genera en Woolf una ansiedad conmovedora que acompaña en tiempo real sus primeros pasos en el mundo de las letras. Las opiniones de los colegas, los elogios y desaires alimentan esos pasajes, filosas cosquillas para una escritora ya impresionantemente determinada a transformar su vida en obra.

Para leer El diario de Virginia Woolf Vol. 1 (1915-1919)
Virginia Woolf.
Tres hermanas.
615 páginas. $ 40.200.