El Premio Nobel de Literatura 2025 fue concedido este jueves 9 de octubre al escritor húngaro László Krasznahorkai. El jurado de la Academia Sueca lo distinguió por su “obra cautivadora y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte”.
Nacido en Gyula (Hungría) el 5 de enero de 1954, Krasznahorkai, de 71 años, se consolida como uno de los autores más influyentes de la literatura de Europa Central.
Quién es László Krasznahorkai
Krasznahorkai estudió Derecho y Filología Húngara, pero se dedicó a la escritura, alcanzando la fama con su primera novela, Tango Satánico (SatanTango) (1985). Su estilo se caracteriza por una prosa fluida con oraciones extensas y sinuosas, casi sin puntuación, que busca capturar el torrente del pensamiento humano.
Rápidamente, la crítica estadounidense Susan Sontag lo bautizó como el “maestro del apocalipsis”, comparando su intensidad con la de Gogol y Melville. Su narrativa evoca la tradición de grandes autores como Franz Kafka y Thomas Bernhard, explorando el absurdo y lo grotesco.
La obra del Nobel 2025 está marcada por el colapso del comunismo y el desasosiego existencial. Novelas clave como Melancolía de la resistencia (1989) relatan el caos y la violencia desatados en un pueblo húngaro tras la llegada de un circo que exhibe el cadáver de una ballena gigante.
El vínculo literario con Argentina
Para los lectores de Argentina, Krasznahorkai tiene un punto de conexión específico en su trabajo tardío. Su novela El barón Wenckheim vuelve a casa (2016/2024 en español) es considerada su gran épico tardío.
Esta obra, ganadora del National Book Award en EE. UU., presenta a un excéntrico aristócrata. El giro central es que el melancólico protagonista regresa a su Hungría natal tras haber pasado muchos años viviendo en el exilio en Argentina.
Este regreso es utilizado por el autor para realizar una crítica mordaz al populismo y a la decadencia política y moral en la provincia.
El arte como resistencia
Gran parte de la obra de Krasznahorkai ha sido llevada al cine por su colaborador y amigo, el director húngaro Béla Tarr. Juntos adaptaron Tango Satánico y la novela Melancolía de la resistencia, que se convirtió en la película Armonías de Werckmeister.
El escritor también incursionó en obras más contemplativas, influenciado por sus estadías en China y Japón. Su colección de episodios Y Seiobo descendió a la Tierra (2015) medita sobre la creación artística y la búsqueda de la belleza eterna.
Pese a que su literatura aborda la destrucción, Krasznahorkai ha reflexionado sobre la condición humana, señalando que el hombre “sigue siendo lo mismo, peligroso para sí mismo”. Antes del Nobel, fue reconocido con el Premio Man Booker International (2015) y el Premio Formentor de las Letras (2024).
Con este galardón, Krasznahorkai se consagra como un autor esencial de la literatura contemporánea, cuya obra visionaria invita a confrontar el presente y rastrear la belleza en medio del caos, sin conceder consuelo, pero ofreciendo una profunda revelación.
Qué dijo al ganar el Premio Nobel de Literatura
En sus primeras declaraciones tras conocer la noticia del Nobel, Krasznahorkai confesó a Radio Suecia que inicialmente quiso escribir sólo un libro y no convertirse en escritor.
“Sólo quería escribir un libro, no quería ser escritor, porque no quería ser nadie”, dijo.
Krasznahorkai relató en conversación telefónica que años después de publicar su primera novela, sintió que no era perfecta y que quería mejorar su estilo, por lo que decidió escribir otro libro, un proceso que se fue repitiendo de forma sucesiva.
“Mi vida es una corrección permanente”, declaró el autor húngaro.
Krasznahorkai dijo sentirse “muy feliz” por el premio y “tranquilo y muy nervioso a la vez”.
“Es el primer día de mi vida como ganador del premio Nobel. No sé qué va a ocurrir en el futuro”, afirmó.
Elogios de la Academia
El escritor húngaro cuyas novelas filosóficas y sombríamente humorísticas a menudo se desarrollan en una sola frase, ganó el jueves el Premio Nobel de Literatura por su “obra convincente y visionaria que, en medio del terror apocalíptico, reafirma el poder del arte”.
Varias de sus obras —incluyendo su debut, “SatanTango”, y “The Melancholy of Resistance” (“Melancolía de la resistencia”)— fueron llevadas al cine por el director húngaro Béla Tarr.
El jurado del Nobel elogió su “mirada artística completamente libre de ilusiones, que ve a través de la fragilidad del orden social, combinada con su inquebrantable fe en el poder del arte”, explicó Steve Sem-Sandberg, del comité del Nobel, durante la lectura del fallo.
“László Krasznahorkai es un gran escritor épico de la tradición centroeuropea que se extiende desde (Franz) Kafka hasta Thomas Bernhard, y se caracteriza por el absurdismo y el exceso grotesco”, apuntó el jurado.
Krasznahorkai nació en Gyula, una ciudad del sureste del país próxima a la frontera con Rumania. En la década de 1970 estudió derecho en las universidades de Szeged y Budapest antes de cambiar su enfoque hacia la literatura. Según la biografía de su web, ha viajado por Europa, Asia y América, y ha vivido en muchos países.
El saludo de Orbán
Ha sido un destacado crítico del primer ministro de su país, Viktor Orbán, especialmente por la falta de apoyo del gobierno húngaro a Ucrania tras la invasión de Rusia. En una entrevista para el Yale Review este año declaró: “¿Cómo puede un país mantenerse neutral cuando los rusos invaden un país vecino?”.
Pero Orbán felicitó rápidamente al escritor en una publicación en Facebook en la que señaló que era “El orgullo de Hungría, el primer ganador del Premio Nobel de Gyula, László Krasznahorkai. ¡Felicidades!”.