La escuela de bodegones en la Argentina dice que pastas, milanesas y empanadas tienen que ser perfectas para entrar al olimpo de las grandes firmas. Y A´gusto Resto Cultural entra sobrado y por la puerta grande, sin dudar.
Tiene más de 20 años de experiencia, y los tiene bien vividos. De entrada fría, optamos por una opción muy difícil de rechazar: Lengua a la vinagreta ($ 13 mil). Aquí empezamos a vislumbrar que abundancia y sabor no son negociables. Es una porción para que piquen cuatro.
Luego probamos una Empanada criolla dulce ($ 1.300), de estilo cordobés, y no sólo la fritura era perfecta, sino que el relleno eran tan expresivo que emocionaba. Jugo, azúcar y comino, aquí son un solo corazón.

Unquillo
Las porciones abundantes permiten compartir platos, pero también gastos, y esa es la tercera regla cumplida para que este lugar califique como bodegón.
Además, A´gusto tiene un fuerte arraigo local, con referencias a la cultura de la ciudad que lo alberga, algo que siempre suma un plus en la experiencia.
Vamos a los principales, no sin advertir que la tortilla de papas quedó para la próxima visita. Y que el único error del servicio fue no levantar los platos de las entradas cuando los principales estuvieron listos para servirse.
Primero: Milanesa a la Napolitana con papas fritas ($ 14.800). Gran exponente, pero igual se deben cuidar más los bordes. Hay sabor, hay condimentos, hay buena materia prima para que resulte fundente el topping. Si las papas fritas fueran artesanales, esto sería directamente un contacto con el mejor de los recuerdos.
Segundo: Ravioles de espinaca y ricota ($ 14.800). No están en carta, pero hay que preguntar y decir la palabra clave: “ravioles”. La masa es delicada y firme, y en su relleno se encuentran los sabores y las texturas de su descripción. ¡Y no se rompen ni se pegan!
Parráfo aparte para la salsa, un ragú de ternera explosivo que acompaña bien y corona un plato que hay que probar sí o sí, uno de esos platos por los que vale la pena el viaje hasta cualquier lugar.
Ojo, también se debe cuidar un poco más el tejido adiposo de la proteína (de la salsa).

Baño y postre
El salón es como una taberna con grandes mesas (gruesas) de madera, con una salamandra que proyecta calor hacia los cuatro puntos cardinales del valle.
Antes del postre, vamos al baño, es pequeño pero está iluminado, limpio y bien equipado.
Después sí, el final feliz: un flan ($ 5.200) carnoso, corpulento, para cucharear entre tres o cuatro, acompañado de dulce de leche y crema. Tienen packaging para llevar lo que sobre, así que la experiencia continúa en casa.
A´gusto es un muy buen lugar para comer en Unquillo, que celebra a la ciudad en sus referencias del decorado y a estos platos tan populares de la cultura argentina.
No lo duden: visitarlo genera una grata satisfacción.

A´gusto Resto Cultural
Calificación: muy bueno
San Martín 3355, Unquillo.
Abierto de miércoles a domingos, de 12 a 24. Martes, al mediodía. Lunes, cerrado.
Teléfono (03543) 48-6166.
Efectivo y tarjetas.