Es una grata noticia que abra un buen restaurante en barrio Cofico después de tanto tiempo, especializado en pastas y con una buena carta de vinos. ¡Cuatro cosas que le hacían falta a esta ciudad!
Se trata de Augusto Pastas, es la segunda sucursal con mesas (y sillas) de una fábrica que está dando el paso para convertirse también en restaurante. Ya lo había hecho en barrio Güemes, y ahora activó lo propio en Cofico.
De arranque, podemos decir que desde afuera se notan las ganas de crear algo bello, con una linda puesta de mesas y sillas detrás del ventanal, con vinos y murales a la vista.
Solamente bajando un poco la intensidad de la luz, el ambiente se transformaría en un lugar más relajado.

Hongos & focaccia
La carta muestra mucha pasta y un solo plato de carne para el que no quiera. También una selección de delicatessen para el antipasto y algunos postres clásicos. Lo más sorprendente es la carta de vinos, con una selección de etiquetas tradicionales y también de autor.
La variedad de salsas también suma e importa, dan ganas de probar los mismos platos con diferentes sabores, algo que no pasa en muchos restaurantes.
Vamos a lo que importa: entre las entradas hay quesos y fiambres pero también algunas perlitas. Nosotros probamos los Hongos en escabeche ($ 11 mil) pero también pudimos haber pedido pimientos asados, tomates confitados, aceitunas picantes.
Son pequeños gestos de buen gusto, de una búsqueda de originalidad. Se acompañaron con una focaccia y mayonesa casera. ¡Buen comienzo!
Los vinos decoran en salón y se eligen ahí mismo, de parados en una góndola. Nosotros optamos por algo fresco como un Famiglia Bianchi Rosé 2024 ($ 10.900). Acompaña suavemente todos los platos, desde la entrada al postre. Un agua sin gas cuesta $ 3.000.

La pasta
Primero vamos con una lisa, unos Tagliatelle ($ 9.700) con salsa Estofado de carne ($ 7.500). Es un plato abundante y sabroso, con una pasta con cuerpo y a la vez delicada, que deja absorber las bondades de una larga cocción de carne en salsa de tomate.
El plato queda chico para tanta comida y puede resultar algo incómodo. Otra: el tejido conectivo de la res debería limpiarse por completo en un restaurante, por más que la impronta sea la de la comida casera. Son detalles por revisar, pero el buen sabor está asegurado.
Luego probamos pasta rellena, una recomendación del servicio de mesa. Combinado de sorrentinos ($ 15.600) con salsa cuatro quesos ($ 2.100). Está cuidado el tema del queso, sobre todo el del azul, aligerado para no opacar tanto la pasta.
Igualmente es un plato 100 por ciento para los amantes del queso, porque la mayoría de los sorrentinos llevan queso en su interior.
Hay combinaciones capresse, ricota, jamón y nuez; jamón y queso; muzzarella, hongos y castañas; salmón, ricota y camarones; jamón crudo, muzzarella, olivas negras y verdeo. Mucho para elegir.

Baño y postre
El baño, al fondo a la derecha, está bien iluminado y equipado, incluso con un ganchito para el abrigo, un detalle importante ahora sí contemplado.
De regreso, tenemos el postre, que se lleva nuestros respetos: Tiramisú ($ 6.000) bien humedecido y con sabores pronunciados.
Acompañamos con un Ristreto ($ 3.000) para reforzar el sabor del café. Augusto es una buena propuesta para salir a comer pastas, ahora con dos direcciones en Córdoba.
Augusto Pastas
Calificación: bueno.
Fragueiro y Bedoya, barrio Cofico.
Teléfono (0351) 156-664813.
Abierto de lunes a sábados de 17 a 24. Domingos, de 10 a 15.30. Martes, cerrado.
Efectivo y tarjetas.