Literal parece una casa de familia en alguna década pasada, con diferentes juegos de comedor que evocan a los que tenían nuestros amigos. En cualquiera de las mesas en que nos sentemos, un recuerdo nacerá.
En ese contexto, la carta emula a un periódico viejo, con referencias al origen del barrio que nos cobija. Y su primer acierto es tener una carta breve y contar, por ejemplo, a qué familiar corresponde una receta.
Pase Usted es una muy buena idea, original. Ahora hay que llevarla adelante con algunos ajustes, por ejemplo, que los mozos no rían como si estuvieran solos en la casa o que la tele encendida del comedor no compita con la música ambiente.
¿O será parte de la puesta en escena familiar, donde el caos sonoro y hormonal es parte de la rutina?

Vitel toné
“Vitel toné todo el año” es una gran bandera que abrazaremos siempre, por eso vamos a comenzar con una porción. Cuesta $ 7 mil el platito con tres lonjas de casi un centímetro cada una. Bien para una persona.
Es un poco más sofisticado que uno cualquiera y se cucharea la salsa de anchoas hasta el último centímetro cúbico. Tiene toques de alcaparras, huevo duro picado y perejil. “Nada como ese olorcito a Navidad”, dice la carta.
Vaya que sí. Ese es el camino que tiene para comunicar este lugar. Reforzar el concepto de familia, de recuerdos, de sabores impregnados en la memoria emotiva.
Se apoya en buenas texturas y buenos sabores. Todo va bien por ahora.

Lasaña “tía Zuli”
Cuando llega la Lasaña ($ 18 mil), “un homenaje a la tía Zuli”, el tema del tamaño de las porciones empieza a cambiar. Es grande y rinde para dos personas. Y es una lasaña fuera de lo común. Me gustaría hablar con la tía sobre su origen.
Es como una lasagna bianca, sin salsa, con ricos y delicados panqueques redondos, bien gratinados, con un relleno simple con carne molida, destellos de tomate y zanahoria, algo de perejil.
Es suave su cantar pero mucho mejor que esas que mezclan de todo y no encumbran ningún sabor.

Baño y postre
Cuando subimos al primer piso para conocer el baño, que estaba bien equipado y ordenado, vemos que hay una sala para niños, con niños jugando, lo cual demuestra el éxito del caso.
Bajamos y está nuestro superpostre. Panqueques con dulce de leche ($ 6 mil). Panqueques suaves y delicados, con armadura de seda. Y un contraste superior entre la masa y el caramelo que engalana.
Y el dulce de leche del interior es rebosante, fundente, no hace otra cosa más que mostrar que aquí hay buenos momentos como respaldo de las recetas y los recuerdos.
No es equilibrado, pero es una travesura golosa que gusta.
Pase Usted
Calificación: Muy bueno
Juan del Campillo 394, Cofico
Teléfono (0351) 156-877770
Abierto martes y domingos al mediodía. Y de miércoles a sábados, mediodía y noche.
Sala para niños
Efectivo y tarjetas

























