Conducir un camión no es una experiencia habitual para la mayoría de los conductores. Por eso, la invitación de la división de Volvo camiones para llegarnos hasta la cantera El Diquecito (La Calera) a vivenciar desde el volante lo que día a día experimentan quienes trabajan en uno de los rubros más peligrosos de la actividad nos entusiasmó. A continuación, nuestra breve experiencia a bordo de las últimas novedades de la marca.
La evolución más importante
El noviembre de 2021, Volvo camiones relanzó toda la línea F de sus camiones pesados. Se trató de una evolución -la más importante de la historia, según dijo la marca- que involucró a los “pesados” FM, FX y el FMX. Este último, al igual que el FM, recibió una cabina completamente nueva y se distingue por ser un camión off-road. Es por eso que cuenta con paragolpes de acero con un ángulo de ataque mejorado, un despeje mayor a lo largo de todo el camión, refuerzos para proteger las zonas bajas y neumáticos especiales, entre otras soluciones.
El rey del off-road
La variante FMX Max es la última evolución del camión estrella de Volvo que fue concebida para trasladar cargas pesadas en mineras y canteras. Está impulsado por un motor de 13 litros de 540 CV de potencia y 2.640 Nm de torque. La caja I-Shift es mecánica, pero automatizada. Cuenta con una función denominada Ultra Low Crawler (ULC) que agrega dos marchas ultra lentas, lo que le otorga 14 velocidades en total.
Un test diferente
El desafío de trasladar 50 toneladas (soporta hasta 58.000 kilos) de pura roca por los caminos zigzagueantes de la cantera sonaba desafiante. Con la tutela de un instructor en el asiento del acompañante y unas simples directivas, iniciamos la marcha. Nunca estuvimos en una butaca tan cómoda y tampoco divisamos con tanta claridad y poco esfuerzo todo el exterior. Un tablero digital muy completo (similar a cualquier auto de alta gama) y la palanca de cambio con el mismo ritual de cualquier automática convencional (salvo que esta cuenta con 14 marchas para adelante y cuatro para atrás) nos hizo entrar en confianza.
Camionero por un día
Con el okey del instructor, aceleramos suavemente y el FMX Max ya estaba en marcha. La butaca neumática amortiguó el bamboleo de la cabina, a la cual se filtró poco y nada del ruido de las máquinas que trabajaban afuera. Con algo de envión para subir la primera pendiente se sintió el poderío del motor actuando, pero aún se notaba que le quedaba mucho resto. La curva cerrada y en ascenso se hizo amena, gracias al control de tracción off-road. Para descender prácticamente no se usa el pedal del freno, sino que se utiliza el freno motor, al cual se le puede agregar el denominado retardador hidráulico, que suma hasta 1.120 CV de potencia de frenado total. “Un camión de este tipo tiene que tener mucha capacidad de frenado, más que de aceleración”, comentó el instructor. El accionar del acoplado volcador para arrojar la carga y el pulgar arriba del especialista dieron por concluida nuestra tarea de camionero por un día.
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