La Fragata ARA Libertad, buque escuela de la Armada Argentina, zarpó este sábado desde la Dársena Norte del Puerto de Buenos Aires, dando inicio a su 53° viaje de instrucción.
La travesía formará a más de 50 guardiamarinas de la Escuela Naval Militar, que durante 169 días recorrerán 21.425 millas náuticas y visitarán 10 puertos en América y Europa.
El itinerario 2025 incluye escalas en Recife (Brasil), Ferrol (España), Kristiansand (Noruega), Hamburgo (Alemania), Ámsterdam (Países Bajos), Lisboa (Portugal), Puerto Limón (Costa Rica), Baltimore (EE.UU.), Santo Domingo (República Dominicana) y Fortaleza (Brasil). El regreso está previsto para el 23 de noviembre.
Quiénes integran la tripulación
A bordo viajan 270 efectivos: 27 oficiales, 51 guardiamarinas en comisión y 192 suboficiales. También se suman representantes del Ejército, la Fuerza Aérea, la Prefectura Naval, la Gendarmería, la Policía Federal, la reserva naval y armadas extranjeras como las de Brasil, Chile, Paraguay y Estados Unidos.
Esta práctica profesional es parte fundamental del plan de estudios: los futuros oficiales ponen a prueba sus conocimientos adquiridos en cuatro años de formación, desarrollando habilidades de navegación, trabajo en equipo y vida en el mar.
Cómo es la vida a bordo de la Fragata Libertad
Durante la navegación, los tripulantes conviven en un espacio autogestionado. El buque cuenta con gimnasio, peluquería, panadería propia y hasta una biblioteca: el Aula 44, un espacio homenaje a los tripulantes del submarino ARA San Juan.
Con sus 27 velas desplegadas sobre más de 2.500 metros cuadrados, la Fragata es un ejemplo de tradición naval. La exigencia física y emocional es alta, pero también lo es el orgullo de representar a la Argentina en cada puerto.
Un buque con historia y modernización
Construida en 1963 en los Astilleros Río Santiago, la Fragata Libertad fue declarada nave embajadora oficial del país en 2001. En 2004 comenzó una modernización integral que finalizó en 2007, incluyendo mejoras en propulsión, sistemas eléctricos y condiciones de habitabilidad, especialmente para mujeres guardiamarinas.
En 2008 completó su cuarta vuelta al mundo. A lo largo de su historia, recorrió más de un millón de millas náuticas, el equivalente a 56 vueltas al planeta, y visitó casi 100 países.
Uno de los detalles más simbólicos del buque es su mascarón de proa, una escultura que representa a la República Argentina. Fue creada por el artista Carlos García González y lleva el rostro de su esposa, Úrsula, como homenaje.
