Si lo guionás, no te sale: el hombre que buscaban desde hacía una semana en Villa María porque había desaparecido mientras trabajaba como presunto remisero resultó ser otra persona y estaba vendiendo muñecos de terror en San Juan.
Hace una semana, el sujeto que decía llamarse Pablo Antonio Rivero y que manejaba un remise de la empresa villamariense Donald dejó de contestar al dueño del vehículo, quien se preocupó y denunció el caso a la Policía.
Fue de esta manera que el fiscal de Instrucción del Tercer Turno de los tribunales de Villa María, René Bosio, comenzó la investigación para dar con el paradero del hombre a quien, en teoría, le había surgido un viaje a Buenos Aires.
Las últimas comunicaciones entre Pablo y su jefe hablaban de una goma pinchada en el camino y de otro viaje surgido hacia Córdoba, cuando retornaba de Buenos Aires a Villa María. También sobre algún problema de salud en su familia. Desde ahí, y eso fue el martes 19, nada más se supo.
Desde la fiscalía, con policías asignados, comenzaron a rastrear ubicaciones del celular.
Este lunes, Bosio había expresado a la prensa local que no había reportes de accidentes que lo involucraran y que descartaban el secuestro o la desaparición forzada.Y admitía que había demasiados interrogantes abiertos.
Finalmente, y con las señales del celular, la Fiscalía supo que el hombre cambió el chip y recorrió distintas localidades serranas como Alta Gracia y Carlos Paz. Luego, todo apuntaba hacia una localización en San Juan.
De “remisero” a artesano sonriente en San Juan
En esa tarea de investigar el paradero, un video del medio Tiempo de San Juan se publicaba y mostraba justo y casualmente al hombre que era intensamente buscado desde Villa María. En ese video aparecía hablando de su trabajo de artesano.
Sí. El hombre que dice llamarse Pablo, estaba en la peatonal de San Juan vendiendo muñecos de terror y contaba tranquilo a las cámaras cómo hacía su trabajo.
“Queremos mostrar un poco nuestro arte, fue algo nuevo que quisimos traer a recorrer un poco y a pasar las vacaciones de invierno acá en San Juan, una provincia que a mi esposa y a mi familia nos gusta demasiado”, decía sin pudor ante las cámaras.
Lo increíble, también, es que el hombre en realidad sería Aaron Moisés Molinas Hernández, y no Pablo Antonio Rivero como decía. La Justicia villamariense marca ahora que sería chileno y tendría antecedentes por delitos cometidos en la provincia de Corrientes.
Por estas horas, el fiscal Bosio trabaja en el pedido de extradición del hombre que fue detenido en la noche del martes en San Juan, para trasladarlo a Villa María. Está imputado, en este caso, como supuesto autor del delito de estafa.
También se trabaja en la localización del automóvil, del que no hay rastros hasta el momento.
A esto, se suma la investigación para terminar de confirmar que se trata de Molinas Hernández.
Una historia digna de una serie televisiva que de ficción no tiene nada, y que tendrá nuevos capítulos cuando el falso remisero declare ante la fiscalía. Si es que, en ese momento, ya se tiene certeza de quién es y cómo se llama.
