La Municipalidad de Córdoba comenzó a la reparación integral de las principales arterias de Villa El Libertador, con una inversión de $ 45 millones.
Según el municipio, este sector de la ciudad fue durante años “olvidado por las gestiones anteriores y cuya falta de inversión y mantenimiento ocasionó roturas estructurales de sus calles y avenidas”. Por lo tanto, afirmó que la situación actual requiere no sólo un plan de bacheo, sino una intervención integral con rehabilitación con hormigón en muchas de sus arterias.
En total, son 3.000 metros lineales los que se están interviniendo en el barrio, sólo en rehabilitación de calzada y nuevo hormigonado. Serían así intervenidas 35 de las 57 manzanas delimitadas por las calles Arani, Río Quinto, Carmelo Ibarra y Villa María. Más seis cuadras en calle Congreso.
Para ello, la Municipalidad debió restablecer la superficie de las calles, reemplazando el asfalto existente por hormigón, “el cual presenta mayor durabilidad y requiere menor mantenimiento”. A su vez, también se optimizaría la capa de rodamiento de importantes arterias donde circula el transporte urbano de pasajeros, como Av. De Mayo, Gobernación, Bogotá y La Falda.
Actualmente, los trabajos se concentran en el hormigonado de la capa de rodamiento y la reconstitución de los cordones cuneta.
Respecto a las 22 manzanas restantes del barrio, la Municipalidad trabaja en la instalación de 8.743 metros de cañería de red cloacal y la conexión a 631 domicilios. Este es parte del Plan de Mejoramiento Barrial de Villa El Libertador, que además contempla mejoras en el alumbrado público y los espacios verdes.
Bacheo
En paralelo, la Municipalidad puso en marcha en diversos puntos de la ciudad un plan de micro-bacheo por $400 millones para solucionar roturas “menores”. Respecto a Villa El Libertador, los trabajos se ejecutan en las calles interiores del barrio, cubriéndose roturas menores al metro cuadrado.
El Intendente Martín Llaryora supervisó los trabajos sobre 350 metros lineales de calle Carmelo Ibarra, entre Villa María y Calamuchita, donde se procedió a la demolición de la calzada existente y extracción de la base.
“Este sector estaba totalmente destruido, con sus calles rotas e intransitables, situación que se agravaba en época de lluvia”, reconoció Llaryora.
