“Estamos quebrados en lo emocional y en lo económico. Nuestro proyecto quedó trunco”. Esto relató a La Voz Ayellen Garetto, quien junto a su marido y sus dos hijos fue víctima de Márquez y Asociados, cuyos dueños están detenidos por presuntos fraudes en perjuicio de centenares de familias.
La historia de Ayellen es una entre tantas de personas que denunciaron ser estafadas por algún incumplimiento en avance, inicio de obras o entrega de viviendas, por constructoras como Márquez y Asociados, Crea Grupo Constructor SAS y Conoc, en las que depositaron sus ahorros y sus sueños de una casa propia y se quedaron sin nada.
Los casos se multiplican tanto en Córdoba capital como en el interior y en provincias cercanas: las familias sienten frustración y tristeza ante el engaño de estas empresas.
“Hipotecamos la casa de mi suegra para pagar la de Márquez, y vamos a afrontar un préstamo a 25 años por una casa que no tenemos. Estamos endeudados y eso nos genera angustia”, contó Ayellen.
Otra víctima, en este caso de Crea, es la docente Cintia Perren, quien junto a su marido Pablo López y sus dos hijos se quedaron sin casa. Y ahora tienen que pagar un alquiler y el crédito Procrear a 30 años por un terreno en barrio Vicor, donde querían construir su hogar por el que afirman haber entregado el 90% del valor estipulado en el contrato.
“Tengo dos trabajos sólo para pagar deudas y no tengo la casa. Estamos desmotivados y desesperanzados”, manifestó Cintia.
Similar realidad es la que vive la fonoaudióloga y docente Marita López, quien denunció ser estafada por Conoc, empresa a la que le entregó todos sus ahorros, cerca de 10 millones de pesos, entre 2016 y 2023. “Todo mi esfuerzo se fue a la basura. Ni siquiera puedo proyectar”, expresó.
Las situaciones por que atravesaron y atraviesan los perjudicados es crítica, no sólo en lo económico, sino también en lo emocional. A pesar de ello, las familias reconocen que siguen adelante por sus hijos.
Cómo influye lo económico y emocional
El psicólogo Martín Cottone (M.P. N° 4.806), secretario científico del Colegio de Psicólogos de Córdoba, habló con La Voz y subrayó que el hecho de saber que la persona no tendrá una casa por la que ahorró y soñó, o no podrá planificar el futuro es algo muy traumático. “Genera pérdida de confianza y frustración”, aseguró.
Indicó que la situación económica del país provoca que el efecto se agudice: “Esas personas no podrán ahorrar nuevamente o les será muy difícil hacerlo. Perdieron esa posibilidad. Es una pérdida con otros componentes, como la estafa, el engaño y la manipulación”.
Pero además de lo económico, no son pocas las personas que sufren consecuencias en la salud debido a las situaciones límites en las que se encuentran. En este punto, Cottone indicó que el efecto de la pérdida de confianza acentúa el desánimo, pero también impacta en el cuerpo y en la psiquis.
Tal es el caso de Ayellen, quien tuvo que ir a terapia psicológica. “Por suerte tenemos a nuestra familia que nos ayuda. Tratamos de estar bien por nuestros hijos. Para ellos también fue un shock muy grande”, expresó Ayellen.
Hay quienes sienten que las estafas destruyeron emocionalmente a sus familias. “Tenemos dolor y angustia. Es cansador vivir así. Lloré mucho”, recordó Cintia.
También Marita relató que “cuando se enteraron de que fueron estafados empezó ”con problemas para dormir, con ataques de ansiedad, con síntomas de alopecia (pérdida de cabello)“. Dice haber recurrido a psicólogos y a otros especialistas.
Otra de las que se presentan como damnificadas de Conoc, Lourdes Hermann, reveló que se siente mal por el daño que le hicieron. “Tengo mucha tristeza y angustia de haber confiado en estas personas y en la empresa”, contó.
Cottone aclaró que cada persona vive el fraude de diferentes maneras, y detalló que algunas de las consecuencias que provoca son depresión, ataques de pánico, frustración y pérdida de confianza.
“Vivimos para pagar deudas”
“Caímos en el engaño y vivimos para pagar deudas”, narró Ayellen, quien afirma ser víctima de Márquez. Le costó reponerse. Con su marido, no podían pagar el alquiler, que era el doble del que pagan ahora. Incluso hasta pensaron ir a vivir a la casa de sus padres en San José de la Dormida.
Tienen un terreno en Santa María de Punilla y allí querían hacer su casa. Era la ilusión de sus vidas, ya que parte de la familia de Ayellen vive en esa localidad serrana, y en 2021 cancelaron el costo total de la construcción de la vivienda.
Con excusas, la empresa cambiaba las fechas de la obra. “Pidieron miles de requisitos, que cumplimos y pagamos. Después nos dimos cuenta que este modo de proceder era para dilatar. Accionamos en los fueros civil y penal”, relató.
Y añadió: “Al abogado lo paga mi papá, que es jubilado. Es tremendo lo que vivimos”.
Ahora pagan impuestos y servicios del terreno, y están en la disyuntiva de si lo venden o no, porque no pueden pagar, pero si lo hacen sepultan el sueño de sus vidas.
“No puedo ahorrar ni un peso”
“No puedo ahorrar ni siquiera un peso del sueldo. Trabajo 10 horas por día para llegar a fin de mes. Además, ayudo a mi madre, que es jubilada”, contó Marita.
Con angustia, dijo que nunca pensó en pasar por una situación de estafa como esta. “Pensaba tener mi techo con ahorros de años. Jugaron con nuestra ilusión, incluso me dijeron que ya tenía mi lote en Colonia Tirolesa”, confesó la víctima de Conoc.
No tiene cómo hacer frente a un alquiler y por eso se fue a vivir a la casa de su pareja. Además, tuvo que juntar plata para pagarle al abogado en la causa. “Tengo la esperanza de recuperar algo de la plata que tanto me costó ahorrar. Quiero justicia y que estas personas sigan presas”, subrayó.
Lourdes también relató que ella entregó a la misma desarrollista un dúplex de U$S 90 mil para la construcción de una casa en barrio Villa Catalina, en Río Ceballos. Se realizaron diferentes contratos entre ella y la empresa, pero la obra nunca se hizo. Todo lo que invirtió, quedó en nada. “Lo vendieron y se quedaron con la plata. Y yo sin casa. Estoy en quiebra”, formuló.
A pesar de eso, expresó que no tiene rencor: “Actué como corresponde y creo que todas las víctimas lo hicimos. No tuve ganas de hacer una denuncia penal; dejé todo en manos de Dios, pero también espero que la Justicia hago algo”, planteó.
“No confío en nadie para invertir”
El caso Conoc, la empresa por la que los hermanos Ezequiel y Verónica Ocaña están detenidos en la cárcel de Bouwer desde hace un año y medio por presuntas estafas reiteradas, tiene múltiples presuntos damnificados, en la Capital y también en Jesús María, Monte Cristo, Villa Carlos Paz y Colonia Tirolesa, entre otras ciudades. Incluso ofrecía lotes y planes de vivienda en predios sin autorización legal en zonas cercanas a Jesús María y Colonia Tirolesa.

La fiscal de Instrucción subrogante, Daniela Maluf, ya investiga 205 causas. Además, 1.322 acreedores se presentaron como damnificados en el proceso.
Entre los denunciantes, se encuentra Inés Marchisio, una jubilada docente que invirtió en un loteo de Conoc en Monte Cristo y pagó 40 millones de pesos para que le construyeran una casa.
La desarrollista le daba excusas y nunca hicieron la obra. Tampoco tomó posesión del terreno. Se quedó sin nada. “Tengo mucha bronca e impotencia. Ahora no confío en nadie para volver a invertir”, dijo Inés.
Agregó que su sueño se truncó y es muy fuerte el desgaste físico y mental que acarrea la lucha para recuperar algo de lo que le pertenece.
No vieron ni los cimientos y viven amenazados
Conoc tampoco le entregó la casa prometida en Colonia Tirolesa a Margarita Troncoso y Luis García, un matrimonio de jubilados. Según la denuncia de estos, invirtieron toda la plata de la venta de su casa en la ciudad de Córdoba, casi 12 millones de pesos, por el valor de una vivienda de la que –aseguran– nunca vieron “ni los cimientos”.
“Estamos viviendo en comodato en otra casa”, cuentan. El dueño original planteó ordenó una orden de desalojo, pero al ver la situación se solidarizó. No tienen casa, pagan alquiler y no saben qué pasará con el juicio.

“Nos afecta mucho; la estamos pasando mal. Y a mi esposo le dio un principio de ACV”, expresó Margarita.
Otra de las que se presentan como estafadas por Conoc es Mariela. En su caso, dijo que entregó un departamento, pero nunca se construyó nada; sólo les presentaron un terreno en Colonia Tirolesa.
Ella y su familia vivieron una pesadilla en esa localidad: estaba amenazada de parte de quienes ella considera los testaferros de los dueños de la constructora, quienes querían cobrarle alquiler de la casa que ocupaba en comodato.

“Nos amenazaron de todas las formas posibles. Hace tres años que vivimos encerrados, con cámaras. No podíamos dejar ni el auto afuera por miedo que entren a la casa. Está en manos de la Justicia”, subrayó.
Y ahora tomó la decisión de mudarse: “Me quiero ir, porque necesito disfrutar de mi vida”.
Una problemática social de larga data
Según el Censo 2022, 58,7% de los cordobeses cuenta con vivienda propia. Esta cifra está por encima de los porcentajes nacionales, aunque la condición de convertirse en propietario se hace cada vez más cuesta arriba.
Mónica Lilian Eula, docente e investigadora del equipo Territorialidades con Enfoque de Derechos, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), dijo a La Voz que las familias víctimas de las estafas no es que no adviertan los riesgos, sino que deciden apostar a lo único posible, para no renunciar a sus sueños.
Por eso este tipo de situaciones, lejos de ser problemas individuales, develan una problemática social grave y de larga data en nuestro país, afirmó.

“Evidencia las restricciones que enfrentan las familias argentinas para acceder a una vivienda adecuada, tanto en los sectores socioeconómicos más vulnerables como en los que pueden ahorrar pero no encuentran opciones asequibles en el mercado ni a través de las políticas públicas”, afirmó la investigadora.
Explicó que las políticas habitacionales demostraron una tendencia histórica de baja capacidad de respuesta e inadecuación. “Los sectores medios fueron excluidos o, en muchos casos, resultaron entrampados en las mismas operatorias estatales, como los créditos hipotecarios UVA que se tornaron insostenibles, o las deficiencias en habitabilidad y localización del Programa Hogar Clase Media.
Eula detalló que, según los datos del Censo, el déficit habitacional en Argentina alcanza a casi seis millones de hogares. “En la provincia de Córdoba, son casi 700 mil los hogares afectados, lo que incluye viviendas tipo rancho o casillas que requieren ser reemplazadas y presentan algún tipo de precariedad”, subrayó.
Otras dos características importantes vinculadas a la crisis habitacional en el país son la inquilinización y el hacinamiento, manifestó la investigadora. Entre 2010 y 2022, se redujeron porcentualmente los hogares propietarios, con un aumento significativo de los inquilinos. En Córdoba, el 28% del total de los hogares alquilan, un 6,6% más que en 2010.
“Estas son situaciones que tensionan la vida cotidiana y que impulsan a las familias a una búsqueda permanente e incansable de alternativas, para una vida familiar algo más tranquila, con gastos soportables y con seguridad jurídica, componentes centrales del derecho a la vivienda y al hábitat adecuados”, finalizó.


























