Aunque la mayoría suele asociar una buena memoria con la capacidad de retenerlo todo, investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison plantean una idea disruptiva. Olvidar también puede ser clave para recordar mejor.
Según el estudio, eliminar intencionalmente recuerdos innecesarios ayuda al cerebro a enfocarse en lo importante y podría tener un impacto positivo en la salud mental.
“Olvidar no es un fallo, es una función activa del cerebro”, explican los autores del estudio publicado en la revista especializada JNeurosci.
Qué descubrieron los investigadores
El experimento, liderado por Jiangang Shan y Bradley Postle, se basó en la observación de la actividad cerebral de 30 personas mientras realizaban una tarea de memoria en laboratorio. A cada participante se le asignaron varios ítems para recordar, con indicaciones claras sobre cuáles debían mantener y cuáles debían “olvidar activamente”.
Los científicos observaron que los circuitos cerebrales encargados de los recuerdos innecesarios se desactivaban progresivamente, lo que demuestra que el cerebro puede aprender a soltar información cuando se le indica hacerlo.
Por qué olvidar puede ser bueno para la mente
El hallazgo tiene implicancias más allá de lo cognitivo. Según los investigadores, aprender a olvidar ciertos detalles, especialmente los negativos o dañinos, puede ayudar a combatir la rumiación, los pensamientos intrusivos e incluso algunas formas de alucinaciones.
Esta capacidad de dejar ir información puede representar una herramienta para personas que lidian con trastornos como la ansiedad o el estrés postraumático, donde los recuerdos no deseados se repiten de forma constante y perjudicial.
Cómo actúa el cerebro cuando decide olvidar
El mecanismo identificado por el estudio muestra que, cuando una persona decide conscientemente eliminar un recuerdo, las regiones cerebrales vinculadas a ese contenido se vuelven menos excitables, es decir, menos propensas a reactivar esa información en el futuro.
Este proceso no implica borrar recuerdos al estilo de una computadora, sino reducir su relevancia hasta que dejan de interferir en la vida cotidiana. En otras palabras, el cerebro prioriza activamente lo útil y descarta lo que ya no sirve.
Aunque este estudio es aún preliminar, aporta evidencia sobre cómo entrenar el cerebro para olvidar lo que pesa y convertirse en una estrategia de cuidado mental.