El jueves pasado la Cámara Criminal y Correccional de Tercera Nominación de Córdoba condenó a un hombre a 12 años y 6 meses de prisión por abusar sexualmente de su primo y de su propio hijo durante años. El hijo del hombre hoy tiene 10 años y los abusos ocurrieron desde que tenía 7 años hasta el momento de la denuncia y detención del hombre, en abril de este año.
Por su parte, el primo del hombre tiene hoy 14 años y fue abusado entre los 5 y 9 años e hizo la denuncia en 2021. Según consta en la causa, ambos presentan secuelas en su salud mental por el daño provocado por los abusos.
En un juicio abreviado el hombre, J.G.L. (se resguarda su identidad para proteger la integridad y estigmatización de las víctimas) fue condenado por abuso sexual continuado calificado por resultar un grave daño en la salud mental de la víctima, por el vínculo (su hijo) y la condición de guardador y por aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravada, que corresponde a los artículos 45, 119 y 55 del Código Penal. También, por abuso sexual con acceso carnal continuado calificado contra su primo por resultar un grave daño en la salud mental de la víctima, en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravada.
El abusado confesó los hechos y por eso de mutuo acuerdo entre las partes se hizo un juicio abreviado.
La primera denuncia la radicó la madre del niño que sería primo del abusador el 15 e diciembre de 2021. La segunda denuncia la radicó la madre del otro niño, hijo del abusador, el 24 de abril de 2023, que recayó en la fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual de 1° turno a cargo de Juan Ávila Echenique, quien ordenó la detención del imputado tres días después de la última denuncia.
Abusos intrafamiliares
Las cifras de la Organización Mundial de la Salud dan una dimensión global de este tipo de causas: uno de cada cuatro niños sufrió abusos en su niñez en Latinoamérica y el 80% de los casos ocurrió en el ámbito intrafamiliar, es decir fue perpetrado por un padre, abuelo, tío o pareja de la madre. En el 90% de los casos el abusador fue un hombre.
