El 13 de mayo las elefantas Pocha y Guillermina fueron llevadas de Mendoza a un santuario de Mato Grosso, en Brasil.
Dentro del equipo humano que escoltó el traslado, hubo un cordobés, oriundo de la ciudad de Laboulaye, que hace más de dos décadas que reside en Mendoza.
Samuel López trabaja en el Ecoparque. En diálogo con Puntal, manifestó que “una parte de ellos quedó en Brasil”.
En el Ecoparte, López estuvo al cuidado de las elefantas durante muchos años. “Pocha es alemana, la trajeron muy chica, con 10 años, y de allí que estuvo en el zoológico de Mendoza, pasó toda su vida en cautiverio. Guillermina también nació en cautiverio. En el caso del elefante Tami, venía de un circo muy reconocido, y lo dejaron en el zoológico porque era un animal indomable, había tenido problemas con varios cuidadores. Y a Kenia la trajeron muy chica desde África, y hoy tiene unos 40 años”, detalló el hombre.
Despedirse de Pocha y Guillermina
Cuando Samuel López entró a trabajar al zoológico –hoy Ecoparque- la elefanta Guillermina tenía 3 años.
“Tenía un cuidado intensivo al ser tan pequeña. Había que tener mucha precaución que no se cayera porque había entrepisos. Si bien la mamá era grande, ella tenía que llegar a los entrepisos, se tuvieron que hacer bajadas nuevas”, explicó López.
Consultado sobre la misión especial de traslado, indicó que fue agotadora pero sintieron satisfacción por el objetivo cumplido.
“Salimos el sábado -7 de mayo- y llegamos días después. Iba con otro chofer que me acompañaba, manejábamos un rato cada uno y al bajarse rápido para cargar agua caliente para tomar mate”, expuso, y cerró: “Fuimos una caravana importante, las elefantas iban monitoreadas las 24 horas. Ellas iban con cámaras adentro y en las camionetas tenían los televisores para ir siguiéndolas permanentemente. Si había un problema, se paraba, se solucionaba y se seguía. En Brasil el trayecto fue más fácil que salir de Argentina, allá las rutas son otra cosa, de primer nivel, igual que el tráfico. Además fuimos con custodia policial, así que nadie nos entorpecía el camino. De todos modos, lo más lindo es que en Argentina nos esperaban en todos los pueblos”.
