La temporada de turismo de invierno parece no arrancar del todo, casi en ningún destino del país. Los niveles de actividad asoman más tibios que otros años y eso se percibe, con matices, también en Córdoba.
Un dato se presenta como consuelo: este año las provincias se reparten sus recesos escolares en cuatro semanas, y no en tres como era habitual. Puede que se vean menos turistas, pero se reparten en más días, señalan algunos.
En Córdoba queda una expectativa: que la segunda parte, desde este fin de semana hasta el cierre del mes, aumente la afluencia con las salidas de porteños y bonaerenses. Siempre han marcado un plus por su volumen pero, si es por las reservas previas, no parece asegurado esta vez.
En las Sierras, algunas localidades con perfil más adaptado al invierno presentan mejores números. Las que dependen mucho de ríos y lagos muestran una ocupación baja.
En este informe, más que datos de oficinas de Turismo provinciales o municipales, se suman las impresiones de operadores privados de diferentes zonas cordobesas.
Por Punilla
En Carlos Paz, la ciudad por lejos con mayor capacidad de alojamiento de Córdoba, los números de ocupación varían mucho según la categoría de los hoteles. Los de 3 y 4 estrellas tienen más visitantes que los más económicos, pero en líneas generales no se observan los porcentajes de ocupación de los veranos ni de los mejores “findes” largos.
Fabio Gómez, a cargo en el lago San Roque de los catamaranes El Vencedor, evaluó que la temporada “no es buena” y que tampoco suma muchas expectativas para lo que resta de julio. “Tenemos las mismas tarifas desde hace un año; no podemos bajarlas más, y la temporada no despegó hasta ahora”, dijo.
En La Cumbre, Gabriela Semmartin, propietaria de un complejo de cabañas, dibujó un cuadro similar: “La realidad es que la temporada no es buena. Estamos teniendo algunos picos en fines de semana y después cae. Y venimos de un verano que tampoco fue bueno”, afirmó.
“Este año viene más gente de paseo, por un día y sin quedarse. Y lo atribuimos a la autovía de Punilla, que genera ese movimiento”, expresó Semmartin, quien admitió que en La Cumbre ahora “hay mayor expectativa por las dos semanas que siguen”.

Desde el Grupo Edén, un pool de hoteles ubicados en Punilla y en otros puntos de la provincia, Julieta Dávila resumió: “Por los números previos, pensábamos que tendríamos menos ocupación. Hasta ahora, es algo más de lo que esperábamos, porque sobre la fecha se vendió más”.
Indicó que la ocupación rondó el 85% en sus hoteles del Valle de Punilla y el 80% en el de Miramar de Ansenuza. Para las dos semanas que restan pronosticó números similares.
En cabañas y en hoteles de menor categoría los cálculos son bastante más bajos.
Por Traslasierra
En el Valle de Traslasierra nadie habla de temporada alta.
Adrián Maitino, hotelero de Mina Clavero, señaló: “No hay nada de reservas porque la afluencia es tan escasa que la gente ya viene sin reservar. Hasta ahora hemos tenido un promedio de estadías de menos de dos noches. Esperamos que en las dos semanas que quedan mejore un poco, pero no hay reservas que lo indiquen”.
Fuentes oficiales de Mina Clavero estiman una ocupación promedio del 35% en las dos semanas que pasaron.
Facundo Kahale, miembro de la Cámara de Hotelería y Turismo de San Javier-Yacanto, consideró: “Hasta ahora no se ha movido mucho, comparada con el invierno pasado estamos trabajando la mitad, sobre todo en alojamiento”. Kahale, también empresario gastronómico, agregó: “En lo que hace a gastronomía no está tan mal, pero hemos resignado rentabilidad para poder mantener los equipos trabajando”.
Por Calamuchita
Aline Rethore, presidenta de la Asociación Empresaria Hotelera de Calamuchita, parte de un consuelo: “Comparando con otros destinos de la provincia o del país, esta región parece tener más concurrencia”. Y define: “Pero vemos muchas disparidades de ocupación entre localidades y según las categorías de servicios. En esta zona, como cada invierno, hay más ocupación en La Cumbrecita y Villa General Belgrano y en los alojamientos con mejores servicios”.
“Estamos viendo en la primera quincena entre 60% y 80% de ocupación promedio”, graficó, y marcó que predominan los reservan a última hora y que las estadías se acortaron: “Son de entre dos y cuatro noches”, calculó.
Rethore anotó otra tendencia: predominan las familias con hijos, mientras que las parejas “parecen haber elegido más irse al exterior”. Expuso que “no hay dudas del impacto por la competencia de los destinos del exterior”, producto del valor del dólar.

La hotelera apuntó que “el sector turístico está viviendo una crisis profunda, ya que las tarifas de invierno son similares a las del verano, y para muchos ya representan pérdida directa de rentabilidad ante costos e insumos que siguen subiendo”. Y concluyó: “Es un escenario complicado, con costos de operación elevados, competitividad baja y demanda deprimida”.
Gustavo Tamargo, dueño del parque Quaras, en Villa General Belgrano, con público sobre todo infantil y adolescente, opinó que “estas dos primeras semanas han sido buenas, aunque en cantidad de gente están un 10% a 15% menos que la anterior”.
Sobre lo que sigue, apuntó: “Siempre Buenos Aires entrega más en invierno, tiene mayor afluencia, creo que el nivel económico de ese turista es más fuerte, o que sufren menos los cimbronazos económicos. Tenemos expectativas de que pueda redondearse una buena temporada”.
En la Capital
En la ciudad de Córdoba, fuentes ligadas al área Turismo municipal apuntaron que en la primera parte de julio la ocupación promedió el 70%. “Es menos de lo habitual en julio. Esperamos que en las dos siguientes aumente con porteños y bonaerenses, pero los niveles previos de reservas no son altos”, se apuntó.
Los fines de semana, si hay eventos relevantes, la ocupación trepa en la Capital. Por caso, para este, con el partido de fútbol Instituto-River se aguardaba una alta actividad hotelera, al menos para la noche del sábado.
“Un contexto complicado”
Fernando Faraco es un referente en turismo en Córdoba. Fue durante años director ejecutivo de la federación de empresarios del rubro (Fehgra) y actualmente asesora al área Turismo de la Municipalidad de Córdoba.
Sobre la actual temporada de invierno apunta sin vueltas que “está por debajo de otros inviernos y es menos de lo esperable, en todo el país”.
Marca que Córdoba no puede ser la excepción, aunque tiene números por arriba de otras provincias, ante “un contexto económico complicado” y la competencia del exterior con el actual tipo de cambio.
“La gente que tiene algún poder de gasto, aprovecha los precios para viajar afuera. Y los que no pueden, no llegan para salir en los destinos nacionales o lo hacen por muy pocos días”, marca.
A la vez, esa ecuación cambiaria ha reducido el turismo de extranjeros hacia Argentina.
Faraco señala que en Córdoba se ve mayor movimiento sólo los fines de semana. Y tras recordar que esta provincia no es un destino fuerte en invierno, como lo es en verano, apunta que puede terminar redondeando, en todo caso, una temporada apenas aceptable.