Con el calendario escolar ya en marcha a pesar del paro docente de este lunes, las familias cierran cuentas para terminar de definir el presupuesto que demandará mandar al colegio a sus hijos.
No hay dudas de que este año todo viene con aumento. Ya se sabe que las cuotas de colegios privados partirán con una suba mínima del 25 por ciento -que terminará de definirse cuanto cierre la paritaria docente- y que la canasta de útiles estándar tiene un costo mínimo de 10 mil pesos.
En tanto, los transportistas escolares ya definieron su tarifa para la temporada 2023. Acordaron un alza del 30 por ciento respecto del cierre del año anterior y anticipan una nueva modalidad de actualización del precio de sus servicios.
A fines de 2022, el costo mensual de un transporte escolar rondaba los 14 mil pesos por estudiante. Este año el abono mensual partirá de 18 mil pesos (18.200 para ser precisos) para un servicio testigo: el traslado desde un barrio de la periferia al Centro.
En algunos casos la cifra puede ser menor si el recorrido es dentro de un mismo barrio.
Transportes escolares con aumento
Los transportistas ya les avisaron a los padres que cambiarán el mecanismo de actualización en función del aumento sostenido de los precios. Solamente en los primeros dos meses del año se estima que la inflación superó el 10 por ciento.
“El año pasado intentamos seguir el ritmo de la inflación, pero en muchos casos no fue posible. Partimos de una base de aumento de un 30 por ciento con respecto a diciembre de 2022″, dijo Alejandro Cela, titular de la Unión de Transportistas Escolares (UTE).
“Es la primera vez que vamos a aplicar este tipo de actualización trimestral. Ya les hemos dicho a los clientes”, dijo por su parte Rubén Avaca, integrante de la comisión de Transportistas Escolares de Córdoba (TEC).
En los años anteriores, los transportes escolares aplicaban dos aumentos: uno a principio de año y otro después de las vacaciones de invierno. “Vamos a segmentar durante el año el aumento y será cada tres meses”, apuntó el referente del sector.
En detalle, la ecuación de los transportistas tiene dos variables clave: el costo del combustible y el mantenimiento de los vehículos. “Las cubiertas se han ido carísimas; el seguro aumentó cada cuatro meses y la Inspección Técnica Vehicular (ITV) se tiene que hacer cada cuatro meses”, dijo Cela.
Y agregó: “Lo que más caro está es la canasta básica de un chofer. Tenés que ganar 160 mil pesos para no ser pobre”.
Impacto en el sector
De acuerdo con el último dato disponible en el Portal de Datos Abiertos de la Municipalidad de Córdoba, en 2019 había en la ciudad 639 vehículos habilitados para esa tarea. Esa cifra, según Cela, cayó a la mitad cuando regresaron las clases presenciales.
“Posiblemente se haya recuperado un poco y estemos cerca de los 400″, dijo Cela, quien reconoció que este año varios de los transportistas que se habían retirado tras la pandemia volverán a sus funciones.
“En la Municipalidad, por la emergencia, nos dieron un plazo de 20 años para renovar las unidades, cuando antes era de 15. Es muy complicado cambiar el vehículo, una traffic parte de los 10 millones de pesos”, agregó Cela.
Por otro lado, Avaca advirtió sobre la situación de falta de unidades, lo que puede afectar al sector. “El año pasado faltaban transportes. No había muchos y había muchos estudiantes. Y eso trae aparejado la ilegalidad”, apuntó.
