Son las últimas horas de Empresa Romero Sociedad Anónima (Ersa) como prestataria del servicio de transporte urbano de la ciudad de Córdoba. La firma decidió no extender su vínculo con el municipio, y cumplir el plazo original del contrato que se inició el 14 de marzo de 2014.
Esa situación obligó a las autoridades municipales a activar los mecanismos para sostener las prestaciones en los corredores que opera la firma correntina: el 2, el 4, parte del 5 y el 7. En esas líneas viajan el 35% de los usuarios totales del servicio, la mayor porción respecto a las otras dos empresas, la estatal Tamse y la privada Coniferal.
Justamente, a esta concesionaria se le quiere dar un rol más protagónico. Se trata de la única sobreviviente de las viejas cooperativas que se originaron en la década de 1960, y que fue sosteniendo el servicio en las licitaciones de 1986, de 2001 y de 2014.
Con sede en la avenida Don Bosco, en la zona oeste de la ciudad, Coniferal se caracteriza por su recurso humano capacitado tanto en el manejo del tráfico y frecuencias, como en el mantenimiento de su flota.
Ahora, asumirá un papel más importante, ya que será parte de la unidad ejecutora que tendrá a su cargo la continuidad por tres meses de las líneas de Ersa, y luego se quedará con los corredores 4 y 7. Será un crecimiento exponencial en sus prestaciones que pondrá a prueba su capacidad de gestión.
Esa unidad ejecutora también tiene a Tamse, a la que se le trasladarán los 1.200 empleados de Ersa, y a funcionarios de la Secretaría de Movilidad. También pugna por un lugar el gremio UTA.
Cambia, pero no
En las últimas horas, las autoridades encabezadas por el intendente Daniel Passerini y el secretario de Movilidad, Gabriel Bermúdez, están abocadas a finiquitar los trámites legales para la operación de las líneas.
Esos trámites van desde el traspaso de los empleados, hasta los alquileres de la flota, de las puntas de línea, de los predios donde se guardan los ómnibus y de los talleres.
El punto que suele ser más conflictivo, que es el traspaso del personal, hasta ahora marcha sin mayores inconvenientes, según confiaron fuentes de UTA.
Para el usuario, el servicio seguirá siendo igual, con todo lo que eso significa: estarán los mismos choferes, que usarán los mismos coches, que saldrán de las mismas puntas de línea y que, probablemente, continúen con algunos de los problemas que arrastraba Ersa.
En el municipio confían en que la mano de Coniferal, en cuanto a gestión del tráfico, ya se nota y hay una mejora sustancial en las prestaciones. En ese punto, remarcan que con el incremento de la demanda de esta semana, no aumentaron los reclamos de los pasajeros. Lo cual, remarcan, es un punto positivo.
Los funcionarios también esperan una mejora significativa en la gestión de los talleres, donde también colabora Coniferal. Como se dijo antes, esta empresa tiene un gran expertise ganado en el mantenimiento y reparación de sus coches, tanto que aún circulan ómnibus de 15 años de antigüedad que no se quedan a mitad de camino.
Hay 350 colectivos alquilados a Ersa, de los cuales andan 270, de los cuales se quedan unos 50 a 60 por día. El objetivo inmediato es que se baje radicalmente la cantidad de ómnibus rotos, y recuperar los 70 que aún no están en condiciones de circular. Para ello, el municipio dispuso de cerca de $ 200 millones en repuestos e insumos.
El futuro
En tres meses, se espera la llegada de los primeros 100 ómnibus cero kilómetros Mercedes Benz, similares los que vino comprando Tamse y Coniferal. Ese será el momento en que habrá cambios: la empresa municipal quedará con el corredor 2 y 5, y la privada con el 4 y 7. Habrá nuevo traspaso de empleados, de acuerdo a la prestación que necesite cada una.
En la Municipalidad aspiran a seguir comprando flota hasta llegar a las 300 unidades cero kilómetro. Y de esa manera ir devolviendo los coches a Ersa.
Se espera que el servicio tenga un salto de calidad en la prestación con los coches nuevos, tal como sucedió en 2021 y 2022 con las líneas que pasaron de la empresa correntina a Tamse y sus ómnibus flamantes. Los ómnibus nuevos y las mejores frecuencias le permitieron a la firma municipal incrementar el corte de boleto en los corredores 3 y 8.
Mientras tanto, la Secretaría de Movilidad y el Ente Metropolitano deben avanzar en el diseño y licitación del nuevo sistema. El gobernador Martín Llaryora apoya esta decisión y promete su apoyo para que el plan de movilidad funcione, no sólo con fondos sino también transfiriendo al Ente la potestad sobre las líneas metropolitanas.
El plan propuesto habla de líneas troncales, líneas principales, líneas de proximidad, líneas metropolitanas, servicios específicos para personas con discapacidades, así como una red ciclista y peatonal.
La historia de Ersa
Ersa llegó a Córdoba junto a Autobuses Santa Fe en 2013, cuando el entonces intendente, Ramón Mestre, decidió tercerizar en esas dos empresas privadas todos los recorridos que tenía la municipal Tamse.
El Grupo Romero controla Logística Urbana Sociedad Anónima (Lusa), que también llegó de la mano de Mestre para tomar a su cargo el servicio de la desaparecida firma municipal de la basura Crese.
Con la licitación del servicio de transporte, que empezó a regir en marzo de 2014, Ersa se quedó con los corredores 3 y 8.
En agosto de ese año, se retiró la concesión a Ciudad de Córdoba, y Ersa sumó el corredor 2 y Autobuses el 7, que en noviembre de 2015 pasó a la firma correntina. Y, en septiembre de 2016, Autobuses creó Aucor, que quedó gerenciada por Ersa.
En febrero de 2018, la Municipalidad autorizó por decreto el traspaso del corredor 5, de los anulares y de la línea 45 del transporte urbano de pasajeros de parte de Aucor a Ersa.
En 2021, Aucor le pasó lo que le quedaba a Ersa, y ese mismo año la Municipalidad le quitó la concesión de los corredores 3 y 8, que pasaron a Tamse y a Coniferal. En diciembre de 2022, le retiró otras cuatro líneas, que pasaron a la firma municipal.
