Este miércoles, en la ciudad de Córdoba marcharon miles de personas que se sumaron a las manifestaciones nacionales para reclamar la plena vigencia de la ley de Financiamiento Universitario, recientemente sancionada por el Congreso y vetada por Javier Milei.
Pasadas las 13, los manifestantes ya estaban concentrados frente a la Facultad de Ciencias de la Comunicación, en Ciudad Universitaria.
Detrás de una barredora que rezaba “En defensa de la universidad pública y la ciencia”, estudiantes, docentes, no docentes, profesionales, centros de estudiantes, organizaciones sociales y estudiantiles, sindicatos, entre otros, se preparaban para iniciar la marcha que a su vez, se realizó en la dulce espera de la sesión en la Cámara de Diputados que decidiría si rechazan o no los vetos.
En representación del Gobierno provincial, Liliana Montero, ministra de Desarrollo Humano de Córdoba, le dijo a La Voz: “Estamos acompañando en esta marcha que, yo creo, va a ser multitudinaria, como egresada de la universidad pública. Hay cosas que en Argentina no se pueden discutir, como la educación pública, la salud pública o los derechos de las personas con discapacidad. Apelamos a que los diputados por Córdoba hoy estén a la altura de las circunstancias”.
Por su parte, el rector de Universidad Nacional de Córdoba, Jhon Boretto, afirmó: “Estamos acá para volver a insistir en la sanción de la Ley de Financiamiento Universitario que va a ser tratada hoy. Esta ley es muy importante para recuperar la pérdida, muy significativa, que hemos tenido en el presupuesto universitario, sobre todo en materia salarial, pero también en materia de gastos de funcionamiento y de becas para estudiantes”.
Con extrema puntualidad, a las 13.55 arrancó el recorrido que rodeó la Plaza España y tomó la Avenida Hipólito Yrigoyen para llegar a la intersección con la calle Trejo (frente al Arzobispado), donde se realizó el acto central y la lectura del documento.
Los números de la convocatoria varían. Alrededor de las 16, la Policía de Córdoba estimó la presencia de unas 18 mil personas. La UNC contó más de 100 mil. Lo cierto es que los manifestantes se extendían a lo largo de la Avenida Hipólito Yrigoyen desde la Plaza España hasta la intersección con la calle Trejo.
Carteles y testimonios
Entre los mensajes que acompañan habitualmente cada marcha, en algunos de los que se observaron podían leerse frases como: “la educación no se vende, se defiende”, “¿por qué tanto miedo a educar al pueblo?”, “no hay veto que pueda con nuestra fuerza”, “en las calles florece una juventud que busca su futuro”, “la educación es mi derecho y mi futuro”, entre muchísimas otras.

Catalina, investigadora de Conicet, manifestó que “el sistema está cada vez más golpeado y debilitado por las políticas actuales”. Afirmó que siempre luchará para defender a la ciencia argentina.
Joaquín, estudiante de Ciencia Política en la facultad de Ciencias Sociales, asistió a las dos marchas universitarias previas. “Hace dos años que los salarios están congelados. Los docentes no pueden vivir, a los estudiantes nos está costando mucho cursar en estas condiciones. Por eso marchamos por la universidad pública, siempre”, aseguró.
Acto central
Como se había previsto, a las 15.30 comenzó el acto donde se reafirmó la necesidad de luchar para garantizar el futuro de la universidad pública.
“La universidad pública es el espacio donde miles de jóvenes, sin importar de dónde vienen, transforman sus vidas y transforman al país en un lugar mejor. Es el lugar donde la Argentina piensa, crea y sueña. Es la herramienta más poderosa contra la desigualdad. Con esta movilización masiva y diversa volvemos a decir, la universidad pública es la base de la democracia y el desarrollo del país”, fueron las primeras palabras del acto.

Tras entonar el himno nacional argentino, se dio lugar a la lectura del documento central de la marcha: “Argentina vuelve a levantar su voz en defensa de las causas justas: discapacidad, el Garrahan y la salud pública, nuestros jubilados y jubiladas, las universidades públicas y el sistema científico. Todo esto se sintetiza en este reclamo colectivo y multitudinario. Las cosas importantes que deben cuidar y definen una nación”, comenzó Inés Pastorino, de Gremial San Martín.
Por su parte, desde Adiuc, Leticia Medina, expresó: “La crisis salarial y de condiciones laborales que padecen quienes trabajan como docentes y no docentes no tiene precedentes. La gran mayoría está con salarios por debajo de la línea de la pobreza y la experiencia que nos atraviesa es la de la angustia de no llegar a fin de mes, el pluriempleo y la pérdida de recursos humanos muy valiosos. Hacer el trabajo propio de la actividad universitaria no sólo requiere presupuesto, sino salarios acordes, porque con vocación no alcanza”.
“El ajuste que sufren universidades y organismos de ciencia y tecnología no solo compromete al presente, sino que concreta una pérdida estructural de capacidades que llevará años a recomponer si no se revierte de inmediato”, afirmó.
Constance Keegan, presidenta de la Federación Universitaria Córdoba, expresó: “El veto representa un nuevo ataque al derecho a la educación, la soberanía, la justicia social y el futuro de la juventud. No hay posibilidad de garantizar el desarrollo de actividades universitarias sin la ley de financiamiento”.
Cerca de las 16 y sin inconvenientes, las distintas columnas se dispersaron y finalizó la movilización en el Centro de la Ciudad.