El sueño tiene un papel importante en la modulación de los dolores en general, pero sobre todo del dolor de cabeza. De manera que la falta de descanso lo incrementa, incluso la misma cefalea puede ocasionar falta de sueño. Concretamente, un círculo vicioso.
Existen dos categorías de cefaleas que pueden tener lugar durante el sueño. Aquellas de gran intensidad y que despiertan durante el sueño, que son relativamente poco frecuentes, pero con suficiente intensidad; y el dolor de cabeza con la que normalmente uno se despierta.
Una cefalea puede ser un signo o síntoma de una hemorragia subaracnoidea, o de un ataque de glaucoma, que ocurre durante la noche y en las primeras horas de madrugada. Pero si el dolor de cabeza es regular, esa cefalea no es secundaria a otra cosa, sino que es una enfermedad primaria.
Dolor de cabeza: un círculo vicioso
Según Diego García Borreguero, neurólogo especialista en sueño, el dolor de cabeza puede surgir en distintos momentos del descanso nocturno. Algunos trastornos del sueño pueden desencadenar cefaleas matutinas, mientras que otros pueden manifestarse durante la madrugada o incluso al inicio del sueño.
“Estas cefaleas se producen por la noche, o bien nos despertamos con ellas. Así se produce un círculo vicioso con bastante frecuencia y como resultado de la cefalea, no dormimos. Pero es que la consecuencia de no dormir es que ese dolor de cabeza se haga más intenso, o bien más frecuente, o ambas”, detalla.
Este círculo vicioso favorece aún más la presencia de cefalea. Y en algún momento no dormir va a aumentar la probabilidad de seguir con la cefalea o que ese dolor sea frecuente. No obstante, el tratamiento del insomnio puede de por sí empezar a revertir este espiral.
En ese sentido, García Borreguero sostiene que hay que consultar con el especialista siempre y cuando el problema afecte con cierta frecuencia al funcionamiento diario. “Si el dolor de cabeza aparece al despertar y desaparece al cabo de un tiempo, es muy probable que esté relacionado con algún problema de salud que se desarrolla durante el sueño. En estos casos, es recomendable consultar a un especialista”, insiste.
Cefaleas cíclicas y cefalea en racimos
La cefalea cíclica, más común en mujeres, suele comenzar de repente durante la noche, especialmente entre las 2 y las 4 de la madrugada. Este tipo de dolor de cabeza, generalmente leve y breve, se concentra en la frente y sienes, y suele desaparecer por sí solo al cabo de un par de horas.
Los ataques de cefalea en racimos son intensos y, en su mayoría, nocturnos. Ocurren en episodios, a menudo varios al día, y pueden durar semanas o meses. La causa exacta se desconoce, pero se relaciona con alteraciones en el hipotálamo. Debido a su intensidad y rapidez, el tratamiento suele requerir medicación administrada directamente en una vena o por la nariz.
El síndrome de la cabeza explosiva
Otra cefalea nocturna puede ser protagonizada por el síndrome de la cabeza explosiva, que consiste en un tipo de dolor de cabeza habitualmente leve, asociado a un ruido en el interior de la cabeza como de explosión, que es muy agudo, y breve, “como si algo estuviera explotando dentro de la cabeza”.
Este dolor de cabeza tiene lugar al inicio del sueño, según resalta el doctor, de manera que quien lo padece se despierta con una enorme sensación de susto. “Quienes lo padecen en un 30% tienen familiares con migraña y se piensa que es una de las formas de aura de la migraña, a la vez que responde a la misma medicación”, resalta.
El caso de la migraña
Uno de los tipos de cefalea más comunes, la migraña, que padece un 2% de la población de manera crónica (entre 4 y 14 episodios al mes), y la episódica o aguda el 14% (hasta 4 episodios al mes), puede estar igualmente relacionada con las cefaleas nocturnas.
Los días previos a una migraña, muchas personas experimentan síntomas como fatiga, cambios en el apetito, bostezos frecuentes, mayor sensibilidad a la luz o al sonido y alteraciones visuales. Estos síntomas pueden culminar en un aura, que consiste en ver luces o formas inusuales.
Aproximadamente dos tercios de las personas con migraña experimentan ataques durante el sueño. Estos ataques suelen interrumpir el sueño profundo y pueden despertar al paciente.
El dolor de cabeza en la AOS
Hay un dolor característico en la apnea obstructiva del sueño o AOS, un dolor de cabeza matutino al levantarse y que desaparece después. Se trata de personas que se levantan con dolor de cabeza de la frente hasta la nuca, bilateral, no pulsátil como en la migraña, “como con una sensación de presión en la cabeza desde la frente a la nuca”.
Además desaparece en las horas siguientes a despertarnos. Es más frecuente en las personas roncadoras y especialmente en quienes tienen AOS.
Actualmente, el motivo no está claro pero el neurólogo asegura que tratar la apnea obstructiva del sueño mejora este tipo de dolor: “Sí se piensa que está asociado con el incremento de anhídrido carbónico en las arterias durante las apneas de la noche, y al aumentar el CO2 se produce una vasodilatación de las arterias cerebrales, lo que genera fenómenos de depresión sobre las meninges, y en consecuencia el dolor”.
Las cefaleas nocturnas por bruxismo
Se trata de un cuadro por el cual se tiende o bien a apretar los dientes, o bien a frotarlos, y donde se activa la musculatura masticatoria.
En muchas personas, esa cefalea ocurre exclusivamente mientras duermen. No la tienen durante el día. Y este tipo de actividad masticatoria durante la noche, como de frotamiento entre las piezas dentales masticatorias, puede producir por la mañana también cefalea, lo que predispone a tener un tipo de cefalea tensional.
