Como en los últimos 25 años, cada vez que los viernes hay un evento festivo en la zona, un grupo de madres y de padres solidarios de General Deheza –una localidad ubicada a 184 kilómetros al sudeste de Córdoba capital– aguardan a los jóvenes del pueblo y de la zona a la salida de una noche de fiesta para ofrecerles una infusión caliente, un “mimo” dulce o una charla antes de que se suban a sus vehículos para regresar a sus hogares.
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A diferencia de otros jóvenes de ciudades más grandes, en las poblaciones pequeñas es habitual que los más chicos se trasladen a “pueblos vecinos” para bailar y divertirse.
En ese contexto, muchas veces sus padres se quedan impacientes en los hogares. Saben que las rutas son peligrosas. Y también que suele haber conflictos y peleas a la salida de algún reducto nocturno.
Sólo recobran un poco de paz y pueden conciliar el sueño cuando sus retoños vuelven a sus viviendas “sanos y salvos”.
En la provincia de Córdoba, son innumerables los siniestros viales que se registran los fines de semana en distintas rutas. El mes pasado, el saldo fatal fue de 33 víctimas, una cifra que significa el peor agosto de los últimos cuatro años. Y el escenario se replica en otras provincias del país.
Cómo surgió la labor de Padres Autoconvocados
Padres Autoconvocados nació en 1997 a raíz de diversos siniestros viales que comprometieron a jóvenes de General Deheza y de zonas urbanas aledañas. En ese marco, un grupo de padres –por propia voluntad, y con el apoyo de personal municipal, de bomberos y de policías– se organizó para realizar controles de alcoholemia a la salida de El Rancho, el templo bailable clásico de General Deheza.
El boliche está ubicado en inmediaciones de la ruta nacional 158. Con medio siglo de trayectoria, es habitual que cientos de jóvenes se reúnan cada viernes en el lugar para divertirse. Además, en la disco se realiza uno de los eventos más importantes de la zona: “la fiesta de las promos”, en la que estudiantes del último año de los colegios de la localidad y de la región –como Hernando, Oliva, General Cabrera, Dalmasio Vélez, Las Perdices, entre otros– se dan cita para disfrutar de su celebración.
En 2013, luego de la sanción de la ley de “Alcohol Cero” y tras la creación de la Policía Caminera de la provincia de Córdoba, Padres Autoconvocados se apartó y dejó el control de alcoholemia en manos de la agencia civil.
En 2019, y con una nueva gestión municipal, los vecinos se mostraron preocupados por algunos hechos ocurridos a la salida de las celebraciones en la localidad, donde no sólo se producían siniestros viales, sino también situaciones de violencia y destrozos en la vía pública.
Fue en ese contexto que el intendente Franco Morra se hizo eco de este reclamo y formalizó el regreso de Padres Autoconvocados, quienes junto con la Secretaría de Seguridad Ciudadana de General Deheza aguardan a jóvenes de Deheza y de poblaciones cercanas para ofrecerles cuidado y contención, como así también para convertirse en una compañía hasta que los retiren, poder acercarles algún vaso de café, de agua o golosinas, y verificar también su estado fisiológico con la intención de evitar inconvenientes y potenciales tragedias viales derivados del consumo de alcohol o de otras sustancias.
Claudia Díaz, secretaria de Seguridad Ciudadana de General Deheza, indicó a La Voz que en la última edición de esta fiesta –que se realizó el viernes 9 de septiembre– se contuvo a 1.150 jóvenes de diversas localidades. En la anterior edición, realizada el 29 de julio, concurrieron 1.200 adolescentes, a los cuales se los acompañó durante el horario de regreso a sus hogares desde la terminal local, o bien hasta que sus padres se acercaron a retirarlos en las inmediaciones del boliche.
La labor desinteresada de este grupo de padres es valorada de manera positiva entre los jóvenes, quienes se sienten protegidos con la presencia de estos adultos a la salida de la discoteca, más allá de la presencia policial.
Estos padres –conocidos por la mayoría, incluso algunos son docentes de la localidad– los apoyan y protegen más allá del “cafecito” o de la golosina.
Florencia, una de las madres que conforman el grupo, le dijo a este diario que “está orgullosa” de pertenecer. “La experiencia es espectacular, te hace sentir muy satisfecha, muy plena”, remarcó. A su vez, resaltó la llegada que tiene hacia la juventud su accionar: “La verdad es que son ellos los que se nos acercan para pedir golosinas o un café. Con eso, disuadimos un poco y evitamos los encontronazos”, reflexionó.
Florencia tiene un hijo de 2 años y se anotó de forma voluntaria para participar de esta tarea que llevan adelante desde hace un cuarto de siglo padres y docentes de General Deheza.
Zoe y Esteban son dos adolescentes de General Deheza. Cursan el sexto año del colegio secundario 25 de mayo. Destacaron que se encuentran a gusto con la intervención de los padres y describen su accionar como “positivo, porque algunas veces no nos controlamos, ni con el alcohol ni con otras cosas, y ellos te ayudan a ubicar a tus amigos y a ubicarte”. Además, destacan que su tarea es “necesaria” y expresan lo importante que es para ellos “saber que están ahí si los necesitamos”.
Cómo se conforma Padres Autoconvocados
Actualmente, Padres Autoconvocados está integrado por 120 personas que se dividen en grupos de 10 y se turnan cada madrugada de viernes. La tarea que llevan adelante es valorada por la sociedad civil en su conjunto y muchas veces ha sido tomada como ejemplo por otras localidades y provincias del país.
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