Para inscribirse en el Registro Único de Adopciones (RUA) que gestiona la Justicia de Córdoba, ya casi no habrá que presentar documentos en papel. Además, se harán más eficientes las intervenciones de los equipos técnicos, para evitar duplicaciones de tareas. De esto modo, buscan darle mayor celeridad al trámite y evitar que los niños y niñas en situación de adoptabilidad estén mucho tiempo esperando.
Las nuevas medidas figuran en un acuerdo que firmó el 23 de junio el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) en el que aprueba una modificación parcial al Protocolo del servicio de guarda y adopción, que regía desde 2016.
Agustina Olmedo, secretaria General del TSJ, a cargo de la oficina de coordinación de niñez y adolescencia, violencia familiar, género y penal juvenil, explicó que esta primera modificación apunta a simplificar los requisitos para solicitar la inscripción en el Registro Único de Adopciones (RUA) y algunas reformas respecto de la actuación del Equipo Técnico de Adopciones y Guarda que están en el marco de una reforma integral del servicio, que se completará con un mayor avance en la digitalización de todo el proceso, a fines de agosto.
“Esta reforma integral del proceso de adopción prevé, entre otros aspectos, la utilización de los medios tecnológicos a fin de realizar todos los trámites de inscripción de manera on line”, remarcó.
Las modificaciones se aplicarán tanto a las nuevas inscripciones como a los procesos que se encuentren en trámite.
Los cambios, para agilizar las adopciones
En lugar de llevar una montaña de constancias en papel, ahora las personas interesadas en adoptar completarán una declaración jurada con los datos referidos a su información personal y familiar, además de señalar “sus preferencias referidas a su disponibilidad adoptiva”. Esto evita que se tenga que gestionar y esperar los tiempos de un certificado de buena conducta policial -hay turnos a partir de septiembre-, laborales, educativos y si hay otros hijos, de alumno regular y cumplimiento de obligaciones económicas, como el pago al día de la cuota alimentaria en caso de que se trate de una persona separada.
“Sacamos de los requisitos la presentación de documentación en papel, presencial y sólo en una oficina en Capital, con una declaración jurada que luego va a ser chequeada en la entrevista con los equipos técnicos”, especificó Olmedo.
También se eliminó una encuesta que tenían que llenar los interesados sobre las razones que los determinaban a adoptar. Eso quedó para la instancia de entrevista con el equipo técnico.
Donde el proceso es más riguroso, en cambio, es en la exigencia en el certificado de salud psicofísica, que deberá ser suscripto por dos profesionales, con constancia de su domicilio y que deberán completar siguiendo un formulario prefijado por los equipos especializados.
El certificado de antecedentes, en lugar de tener que ser gestionado por el ciudadano, será resuelto por el propio Poder Judicial, con la consulta del Sistema de Administración de Causas (SAC). Tenía poco sentido exigirle al interesado que presente una documentación que está en poder de quien la solicita.
De este modo, se resolverá si la persona inscripta en el RUA tiene denuncias de violencia familiar, antecedentes penales vinculados a delitos contra la integridad sexual y/o delitos relacionados a causas de violencia familiar o es un deudor alimentario, esto con la consulta al registro público.
Otro cambio que busca agilizar los tiempos se da con una reestructuración de la actuación del Equipo Técnico de Adopción. “Se acordó con Senaf que al momento de comunicar el cese de la medida excepcional con dictamen de adoptabilidad, acompañen también información completa referente al niño. Por ejemplo, especificando en el supuesto de niño con discapacidad, o problemas de salud, si tiene hermanos, a fin de identificar a que subregistro pertenece”, detalló Olmedo. Esto evita que se tengan que hacer estos informes en el Poder Judicial, insumiendo más tiempo.
A su vez, “se acordó que el informe conclusivo de la guarda, es decir el que concluye que el niño está vinculado y bien con la familia de guarda, se utilice para fundar la sentencia de adopción dada la inmediatez en el proceso”, ejemplificó la funcionaria judicial.
A su vez, el cambio prevé que en el corto plazo, la inscripción y el resguardo de la documentación que conforman los legajos de los aspirantes a ser adoptantes sea íntegramente virtual. “Esto traerá aparejado mayor accesibilidad; visibilización; seguridad y transparencia a todo el sistema”, consignaron desde el TSJ.
En agosto, incluso, se prevé que se ponga en marcha un portal de adopción y se sumen otras instancias de tramitación digital.
