Durante el invierno, la piel del rostro se siente más seca, tirante, comienza a descamarse, aparecen enrojecimientos y en muchos casos ardor y sensibilidad. Esto se debe a varios factores internos y externos.
En comunicación con La Voz, la cosmiatra Celeste Bagues explicó: “A nivel interno la irrigación sanguínea de nuestra piel disminuye por la vasoconstricción de los capilares por el frío, lo que lleva entre otras cosas a una secreción de las glándulas sebáceas escasa. Esto provoca mayor deshidratación por la pérdida de agua, ya que se daña la normal formación del manto hidrolipídico y el agua se evapora más rápidamente”.
“A nivel externo, el frío, el viento, la baja humedad ambiental y los ambientes climatizados contribuyen a la pérdida de humedad”, continuó Bagues.
Teniendo en cuenta la época del año, la experta compartió siete tips para mantener la hidratación de la piel en invierno.
Los siete tips para el cuidado de la piel:
1) A nivel facial, utilizar además de nuestra crema o emulsión habitual, algunos serums o geles previos para reforzar la hidratación y humectación.
2) Siempre utilizar protectores solares con FPS 50+ en todas las zonas expuestas, principalmente el rostro, y renovar cada 3 ó 4 horas. Por más que las temperaturas sean bajas, los rayos UV e infrarrojos siguen estando presentes y dañan nuestra piel aumentando la deshidratación.
3) En el cuerpo, utilizar cremas más nutritivas a diario con activos como vit A, E, C, alantoína, glicerina, aceites vegetales entre otros.
4) Evitar las duchas muy calientes y prolongadas. Siempre hidratar posteriormente la piel con cremas, emulsiones o aceites corporales, sobre todo en zonas más resecas como son los codos, rodillas, pies y manos.
5) Es recomendable exfoliar la piel facial y corporal una vez por semana con los productos correspondientes para cada zona.
6) Los labios son muy sensibles en esta época, utiliza buenos hidratantes y bálsamos para cuidarlos y no olvides aplicar el protector solar también en ellos.
7) Es la época más aconsejable para realizar tratamientos para renovar la piel, despigmentar manchas y hacer tratamientos más invasivos para generar colágeno y elastina.
En el caso de sufrir piel sensible o patologías como la rosácea que aumentan la sintomatología en esta zona poca, se aconseja siempre el uso de productos descongestivos e hidratantes, incluidas las brumas o tónicos para aportar mayor humedad a la piel.
