La decisión municipal y provincial de no realizar más partos en la Maternidad Hortensia Gardey de Kowalk causó sorpresa y movilización en Río Cuarto.
Para este viernes, partir de las 10.30 se convocó a un abrazo al histórico edificio. La maternidad es sindicada como una las instituciones más queridas de Río Cuarto y siempre se dedicó a atender centenares de partos, casos de baja complejidad, de la ciudad y el sur provincial.
El anuncio impactó fuertemente en la comunidad médica, en la política, y en el colectivo de mujeres, que cerraron filas para defender el rol tradicional de la entidad. La principal contradicción que se plantea es que, hace poco más de un año, el municipio y la provincia hicieron una inversión de 190 millones de pesos en el inmueble, justamente para construir quirófanos y salas de parto.
Desde la Provincia se justificó la decisión de concentrar todos los nacimientos en el hospital San Antonio de Padua con el argumento de que existe un nuevo paradigma de atención, centrado en la paciente y la familia. Se advirtió que en el hospital polivalente, la madre y el recién nacido corre menos riesgos o “peligros”, porque ante cualquier emergencia pueden contar con servicios de alta complejidad.
El municipio lanzó una campaña en la que plantea que la Maternidad (aunque deje de hacer partos) crecerá, incorporará más atención, unificará el servicio médico mujer con el circuito pediátrico y contará con un área de Pediatría 12, abierta de 8 a 20, de lunes a viernes.
Los defensores de la maternidad rechazan de plano la propuesta del traslado de partos. Aseguraron que el hospital no da garantías de atención de parto respetado y suele estar desbordado. “La gente se resiste porque todos sabemos que en el hospital hay que penar hasta por un turno. Muchas veces las madres tienen que estar esperando en un pasillo, caminar por donde hay otros enfermos, no tienen contención, tienen que ir de un lado a otro por un papel, subir escaleras. Y hay casos en que recién después de dos horas deciden derivarlas a una clínica privada para el parto ¿ qué es esto, un negocio?”, denunció una de las promotoras de la movilización.
Plantearon que históricamente la maternidad siempre derivó los casos de mayor complejidad al hospital, en tanto que para el resto, recientemente se han hecho millonarias obras, aprobadas por el Rugepresa y promocionadas como la nueva la infraestructura necesaria para “partos respetados”.
“Pedimos que revierta la medida anunciada. Estuvieron suspendidos los partos por falta de anestesista y las obras, pero nunca comunicaron que no se harían más. Es un error enorme derivar al hospital, porque es un lugar creado para la urgencia, nunca va a tener la estructura digna y humana que tiene la Maternidad. Es una gran contradicción que hayan invertido 190 millones en salas nuevas de parto y en un quirófano. Sólo falta una inversión mínima y no la quieren hacer”, dijo otra de las autoconvocadas.
“¿Por qué no escuchan a las mujeres que somos las que parimos?. Nadie les va a creer que en el hospital nos van a esperar con la alfombra roja. No estamos en contra de que mejoren la prevención y den atención integral a la madre y a la niñez, eso ya lo tienen que hacer en los dispensarios. Esto es un ajuste, es violencia contra las mujeres más vulnerables”, denunciaron.
Dirigentes políticos opositores e institucionales han advertido, además, que el terreno y el edificio de la Maternidad son fruto de una donación realizada en el año 1922, a perpetuidad, con cargo, es decir que no podría cambiarse su finalidad. Muchos riocuartenses recuerdan, además, que la Maternidad Kowalk siempre fue un motivo de orgullo para la ciudad y la provincia, porque fue una de las primeras instituciones médicas del interior del país creada exclusivamente con el fin de traer niños y niñas al mundo.
