En un juicio abreviado y con jurados populares, la Cámara del Crimen de Río Cuarto condenó a 10 años de prisión a Ricardo Omar Domínguez (36), quien reconoció haber intentado matar a su expareja, en un contexto de violencia de género.
Jenifer Elizabeth Gómez Jimenez (27) estuvo a punto de perder su vida por las graves heridas de arma blanca que le propinó Domínguez, el 14 de junio del 2024.
Según la investigación, la mujer, madre de dos pequeños hijos, fue víctima de violencia de género psicológica y física.
La mujer testimonió que en los primeros tiempos de relación Domínguez” se mostraba como una persona muy buena”, pero luego comenzó a denotar “una obsesión”. No le permitía trabajar, la increpaba cada vez que ella salía del domicilio para ir al almacén o a llevar a sus niños al jardín, no permitía que su familia y amigas la visiten. Y la amenazaba: “si te vas te mato”, “si vos no estás conmigo, no vas a estar con nadie”. En una oportunidad en que ella quiso terminar la relación, el hombre la tuvo encerrada con llave en la casa.
Finalmente, en mayo de 2024, la mujer logró escapar de su casa, mientras su pareja dormía. Se fue a pedir ayuda al juzgado de Paz de Achiras. Enseguida se dictó una restricción de acercamiento.
Pero pese a tal disposición del Juzgado de Niñez, en vísperas del Día del Padre, Gómez misma ofreció a su expareja pasar el fin de semana con sus hijos.
En principio, habían acordado que él los retiraría de la casa de los abuelos maternos, pero cerca de las 20.30 el acusado cambió los planes. Le dijo a su expareja haber visto a la policía rondar por el sector y le pidió que llevara a las criaturas a la esquina del jardín de infantes Domingo F. Sarmiento, a una cuadra de la vivienda.
En la investigación, la fiscalía demostró que esa afirmación era falsa: esa noche no había patrullaje en el pueblo. Horas más tarde hasta tuvieron que pedir un móvil de apoyo a una localidad vecina para detener Domínguez.
De acuerdo a la acusación, el hombre sugirió el cambio de lugar de encuentro para apartar a la víctima de la casa de sus padres y llevarla a un espacio más oscuro y solitario. Cuando Gómez llegó con sus hijos, Domínguez le dijo que le iba a dar dinero para su mantención.
Pero cuando la mujer se acercó, sacó un cuchillo de más de 20 centímetros y la amenazó: “Vamos para casa o si no te mato acá mismo”. En medio de un forcejeo, la mujer sufrió una puñalada a la altura de las costillas. La víctima contó que ella misma se sacó el cuchillo que le había quedado clavado a un costado del cuerpo. Dijo que lo tiró al suelo y el hombre lo levantó y la volvió a agredir.
Los hijos presenciaban la escena y sus gritos alertaron a dos vecinos.
Diego Torres y Virginia Stadler, vieron parte de la agresión e intervinieron. Domínguez huyó y la mujer salvó milagrosamente su vida. Antes de ser internada alcanzó a decir: “Fue Ricardo”.
La trasladaron al Hospital de Río Cuarto, donde se comprobó que las lesiones habían comprometido órganos vitales y que su vida corrió serio riesgo. Sufrió heridas de arma blanca
en hemitórax izquierdo que determinaron fracturas costales, una lesión en pulmón izquierdo y hemoneumotórax.
Esa misma noche, Domínguez fue detenido en el barrio sur de Achiras. Estaba con la misma ropa que habían descripto los testigos. También le hallaron el cuchillo ensangrentado. El fiscal de instrucción Fernando Moine lo imputó por homicidio doblemente calificado en grado de tentativa (por el vínculo y por mediar violencia de género) y desobediencia a la autoridad.
En la audiencia de este martes, ante el cúmulo probatorio, las partes acordaron un juicio abreviado. “Soy culpable”, expresó Domínguez frente al Tribunal presidido por Pablo Bianchi. Tras un cuarto intermedio, se informó que fue condenado a 10 años de prisión efectiva. También se le impuso la realización de un tratamiento psicológico que deberá continuar en caso de que obtuviera una libertad anticipada.
