Un operativo realizado en la localidad de General Galarza, provincia de Entre Ríos, culminó con el rescate de un mono carayá que se encontraba en cautiverio dentro de una vivienda particular. El ejemplar fue hallado dentro de una jaula y posteriormente trasladado a una reserva ubicada en San Benito, donde permanecerá bajo resguardo.
El procedimiento fue llevado a cabo por integrantes de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales “Paraná”, con el apoyo del Escuadrón 56 “Gualeguaychú”. La causa quedó bajo la órbita del Juzgado Federal de Victoria.
El rescate
La investigación que derivó en el rescate se había iniciado en mayo, cuando trascendió la ubicación del ejemplar a través de redes sociales. A partir de esta información, las autoridades judiciales ordenaron verificar la situación y desplegar el operativo en la finca señalada.
Al arribar al domicilio, los uniformados solicitaron al responsable de la vivienda la entrega del primate. Con la intervención de personal de la Dirección Provincial de Fiscalización y Recursos Naturales, el mono fue retirado del lugar. Finalmente, el ejemplar fue trasladado a la reserva de San Benito.
El mono Carayá: un aullador amenazado
El mono carayá pertenece al género Alouatta y es conocido en varios países de América como mono aullador. Una de sus características más distintivas es el aullido potente que producen, el cual se puede oír a varios kilómetros de distancia y se utiliza para la defensa territorial y la comunicación. Este sonido es posible gracias a un hueso hioides muy desarrollado.
En Argentina habitan dos especies: el carayá negro y dorado (Alouatta caraya) y el carayá rojo (Alouatta guariba).
- Los machos adultos del Alouatta caraya (negro y dorado) tienen pelaje negro, mientras que las hembras y los ejemplares juveniles presentan tonos dorados o amarillentos.
- Su distribución geográfica se extiende desde el sur de México hasta el norte de Argentina y Uruguay, encontrándose en el territorio nacional especialmente en Misiones, Corrientes, Chaco y Formosa.
Estos primates suelen vivir en selvas tropicales y subtropicales, particularmente en áreas cercanas a ríos y arroyos. Su dieta se basa en hojas, flores y frutos, y se organizan en grupos de seis a quince individuos con jerarquías definidas por un macho dominante.
Respecto a su estado de conservación en el país, el carayá rojo (Alouatta guariba) está catalogado como vulnerable, si bien el carayá negro y dorado (Alouatta caraya) se considera de menor preocupación. Ambas especies enfrentan serias amenazas relacionadas con la deforestación, el tráfico ilegal y enfermedades como la fiebre amarilla, que en ocasiones causó pérdidas poblacionales significativas.
Antecedente del cautiverio
Este rescate se produce meses después del fallecimiento de “Coco”, otro mono carayá cuya historia de cautiverio se había hecho pública. Coco murió el 14 de agosto pasado en el santuario de la Fundación Zorba, donde fue alojado por más de tres años tras su rescate.
Coco había sido encontrado a fines de 2021 durante un allanamiento en una mansión de Belgrano R, Buenos Aires. El operativo, solicitado tras denuncias vecinales por fiestas electrónicas clandestinas y ruidos molestos, reveló que el mono estaba encerrado en un armario, sin ventilación, luz ni acceso a agua, en condiciones de abandono. Al ser rescatado, Coco presentaba tetraparesia, una atrofia muscular severa que le dificultaba caminar y alimentarse, y le faltaban varias piezas dentales, incluyendo los colmillos, vitales para su especie.
