La niebla y la lluvia no impidieron la fiesta. Miles de personas llegaron, la mayoría estrenando el flamante pavimento, a Tala Cañada, un pueblo del oeste cordobés, de 350 habitantes, que celebra estar unido ahora “al resto del mundo”, como dice un vecino.
Es que los 12 kilómetros que separan al poblado de la ruta 15 y de la localidad de Taninga, acaban de ser asfaltados. La obra, que se inauguraría en mayo, ya es usada por los vecinos de este y de otros pueblos de la zona, como San Gerónimo, Sagrada Familia, Los Talares o La Sierrita.
Puede costar desde una ciudad comprender la alegría de una comunidad por una obra de pavimento.
Pero después de una historia de aislamientos y dificultades, el motivo de alegría no es menor. El poblado se incluye ahora al circuito productivo y turístico del Departamento Pocho y del Valle de Traslasierra.
Tala Cañada vive desde siempre de los animales de granja y los cultivos en baja escala.

Es una aldea antiquísima regada por dos arroyos que corren entre postales. Tiene una gastronomía incipiente y carece de alojamientos para visitantes. “Pero tenemos la mirada puesta en las oportunidades turísticas que pueden abrirse ahora” dice Paola Martínez, la jefa comunal.
Fiesta llovida
Curiosamente, el evento se llama “Festival de los Pueblos Unidos” y se realiza desde hace años. Pero esta vez tuvo un sentido especial. “Para nosotros es un mundo, habrá un antes y un después de esta obra, podemos pensar confiadamente en el turismo para el avance del pueblo, estamos felices”, dijo Martinez.
Como buena tierra de gauchos, Tala Cañada esperó a los visitantes con jineteada, comidas típicas, folklore y baile. Y con su paisaje bello entre arroyos, cerros, palmas y volcanes.

A favor y en contra
Héctor Cuello (69) es vecino de El Manantial, paraje cercano, y dice: “Esta es una obra de gran beneficio para todos, desde que yo era chico pedíamos el pavimento; tenemos la esperanza de que esto cambie todo para bien, en mi zona ya casi se ha despoblado todo, justamente porque quedaba todo muy lejos del asfalto de Salsacate”.
“Es muy útil esta obra, casi no se podía andar antes, le poníamos 40 minutos en auto, ahora en 10 minutos ya estamos en Taninga, no tiene comparación”, dijo Sergio Guzmán (54).
Siempre hay matices. Justina Patiño (72), del paraje Los Gigantes, celebra menos. “Nosotros somos de la zona, pero yo no estoy de acuerdo con el pavimento, el camino está lindo así, ahora va a venir otra clase de gente, hay cosas que no queremos, habrá menos seguridad. El turismo no nos interesa, y mucha gente piensa como nosotros”.

Otra ruta de Altas Cumbres
El tramo pavimentado es una de las cuatro etapas de una obra que concluiría en 2027, uniendo el Valle de Punilla con el el de Traslasierra desde Tanti, pasando por Los Gigantes.
Algo así como otra ruta de las Altas Cumbres.
Se trata de la esperada conclusión de la ruta provincial 28. “Será un nuevo camino sobre las Altas Cumbres, es un desafío técnico y representa una inversión millonaria que el gobierno ha decidido hacer, y que transformará la producción y el turismo en una amplia zona del oeste”, dijo a La Voz el titular de Vialidad Provincial, Martín Gutiérrez.
Desde Taninga a Tanti hay actualmente 92 kilómetros, pero con la obra terminada se “acortarán” unos 10 kilómetros.
“Cuando todo esté listo, esta ruta va a descongestionar a la de Altas Cumbres, y para quienes vivimos en Pocho representará muchas menos horas y kilómetros llegar a Córdoba Capital; a esta altura la sierra es más baja, y este camino será más seguro”, comparó Martínez.
El legislador por Pocho, Jorge Heredia, explicó: “Luego de este primer tramo, sigue en ejecución el de Tanti-Cerro Blanco, y pronto se empieza a trabajar entre los ríos Yuspe y Guasta, el resto seguirá el año que viene. Esta ruta será más rápida y segura”
La misma ruta 28, desde Taninga al oeste, es la que llega, ya pavimentada, a los históricos Túneles de Pocho, transformados en destino turístico sobre todo desde 2019, cuando llegó a ese sitio el pavimento.