El vocal de la Cámara del Crimen de Río Tercero, Marcelo Ramognino, condenó este miércoles un hombre de 41 años, de la ciudad de Hernando, a la pena de 18 años de cárcel por abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravada por el vínculo y abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menor de 18 años en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravada por la guarda y la convivencia preexistente.
La primera víctima que lo denunció fue su hijastra, luego hizo lo mismo su hija.
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En los alegatos, el fiscal de Cámara, Gustavo Martin, solicitó 19 años, mientras que el abogado querellante pidió 20 años.
Un dato que no pasó inadvertido en la audiencia es que la hija del condenado manifestó en un intento de proteger a su hermana, su sensación de culpabilidad, porque no lo había denunciado antes. Es que la hija fue abusada y luego se mudó a vivir a otra localidad. Una vez que su hermanastra denunció el abuso, ella volvió y expuso ante la Justicia que había sufrido el mismo delito de parte de su padre.
Si bien en este tipo de casos aberrantes casi siempre suceden en la intimidad, esta vez hubo dos testigos oculares: los hermanos de las víctimas. Los menores dieron detalles en las pericias psicológicas, que eran totalmente coincidentes con el relato de las jóvenes abusadas.
Según el expediente judicial surgen pruebas respecto de tres hechos cometidos entre los años 2010 y 2021, entre marzo del 2020 y enero del 2022 y el 11 de mayo de 2021.
Todos los abusos se registraron en Hernando, localidad del departamento Tercero Arriba.
Los datos del condenado no se brindan para evitar la identificación de las víctimas (una menor de edad) y ambas del entorno familiar (hija e hijastra).
En distintos estamentos de Tribunales de Río Tercero dan cuenta que este año se han registrado más juicios por abuso sexual que años atrás.
