Comenzó en Villa Dolores el juicio por hechos de corrupción que se sigue contra cuatro empleados de la cooperativa eléctrica Cemdo, entre ellos un exgerente de la organización.
Se trata de exempleados del sector de Servicios Sociales, quienes durante años habrían incurrido en la sobrefacturación de ataúdes y de servicios funerarios en perjuicio de vecinos y de la entidad. Dos de los acusados se declararon culpables en la primera audiencia de un proceso que es seguido atentamente en toda la región.
La Cooperativa Eléctrica Mixta del Oeste (Cemdo), con más de 40 mil asociados, presta en 13 localidades de Traslasierra numerosos servicios. Entre ellos el de sepelios, en el que la empresa ejerce un monopolio regional.
En 2016 síndicos de la Cemdo denunciaron irregularidades en la prestación de sepelios y sobre precios en los ataúdes. Las anomalías se habrían prolongado entre 2012 y ese año. Con más de 80 damnificados registrados en la investigación, llevada adelante por los fiscales Raúl Castro y Lucrecia Zambrana. El caso implicó un escándalo importante en Traslasierra, que tiene en la Cemdo una entidad vital, marcadamente influenciada por intereses políticos.
Acusados
Inicialmente, la Justicia imputó por defraudación a Manuel Reynoso, jefe del área, a Gabriel Peral y a Gustavo Tello. Luego la fiscalía acusó al gerente Darío Falavella por omisión.
En el comienzo del juicio, Reynoso y Peral afirmaron ser culpables y pidieron disculpas. Ninguno de los cuatro encausados tiene antecedentes penales.
“Por la envergadura de los delitos, lo prolongado en el tiempo y el interés social, este es un juicio que concita particularmente el interés de la población” señaló Jorge Uez, asesor letrado de la Cemdo y querellante en la causa.
El letrado explicó: “Los tres empleados del área realizaron maniobras mediante un sistema paralelo de facturación, por el cual incurrieron en fraude perjudicando a una gran cantidad de vecinos”.
“A Falabella se le achaca es haber omitido los controles que debió hacer como gerente, sobre todo porque de la investigación previa surgió que él tuvo algunas alarmas de lo que sucedía, ante las cuales no actuó como correspondía, incluso pudo denunciar a tiempo, y no lo hizo” sostuvo Uez.
Fraude
El sistema prevé que cada asociado a los servicios sociales de la cooperativa, y su familia, paguen a lo largo de sus vidas su propio su sepelio. Lo que sucedía es que, cuando moría un asociado, los empleados exhibían a sus deudos un ataúd de la más baja calidad, afirmando que ese era el que correspondía a lo abonado.
No obstante, se les aclaraba de inmediato que pagando al contado una nueva suma se lograba una mejor calidad de féretro y de servicio. La mayoría abonaba, y supuestamente ese monto se destinaba a la facturación paralela.
El juicio se desarrolla en la sala del Juez Santiago Camogli. Fiscal de cámara es Sergio Cuello. Numerosos testigos pasarán por las distintas audiencias previstas en el proceso.