En un extraño episodio ocurrido durante el fin de semana pasado, inspectores municipales de Colonia Caroya, junto a personal policial de la Departamental Colón, procedieron a inspeccionar una vivienda que estaba funcionando como una hostería pero de manera clandestina.
Todo comenzó con las quejas de vecinos de ese sector, que denunciaron ruidos molestos en horarios no convencionales.
Se trata de una antigua casona ubicada sobre la legendaria Av. San Martín, de Colonia Caroya, a unas diez cuadras del edificio municipal.
Cuando los inspectores ingresaron al lugar, se encontraron con seis familias que estaban alojadas en las distintas habitaciones que ofrecía el propietario en alquiler mensual y por día.
El comisario Jesús Maldonado, que estuvo a cargo del operativo, afirmó que se detectaron severas irregularidades edilicias y una violación flagrante al Código de Convivencia Ciudadana, que exige que en este tipo de lugares se lleve registro de todos los “pasajeros”.
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Tampoco contaba con una autorización municipal para realizar el cobro del alquiler, por lo que lo intimaron a concurrir de inmediato para regularizar la situación.
Lo más llamativo es que el propietario de esta “hostería” es un ex inspector de la Municipalidad de Colonia Caroya.
A su vez, realizaron el relevamiento de todas las personas que estaban alojadas allí y se les recomendó que abandonen el lugar, dadas las condiciones sanitarias de las instalaciones.
Maldonado explicó que, aunque se constate la violación al Código de Convivencia Ciudadana, la sanción no pasará de algunas horas de trabajo comunitario.
Por otra parte, tendrá que pagar una multa económica al municipio por no contar con la habilitación pertinente.
Debido a la situación de las familias que residen en esta hostería clandestina, se les permitió quedarse allí hasta tanto puedan conseguir dónde mudarse, pero sólo por un tiempo prudencial