Las hormigas son pequeñas, silenciosas y, al principio, incluso pueden parecer inofensivas. Pero cuando empiezan a aparecer de forma continua en la cocina, el baño o el living, se convierten en una presencia frustrante y persistente.
Muchas veces no se sabe de dónde salen, por qué están ahí o cómo eliminarlas de forma eficaz. ¿Qué significa su aparición y cómo actuar si invaden tu casa?
Por qué aparecen hormigas
Expertos en plagas explican que la presencia de hormigas en una vivienda suele estar ligada a la búsqueda de comida o agua, especialmente durante los meses de calor. Cualquier miga de pan, resto de dulce o alimento sin tapar puede convertirse en su objetivo.
En invierno, en cambio, buscan refugio y calor, y encuentran en las casas un entorno ideal. Además de los restos de comida, las condiciones climáticas y la humedad favorecen su presencia.
Aunque es normal verlas en jardines o al aire libre, si entran en casa es porque encontraron alguna vía de acceso y un motivo para quedarse.

Por dónde entran y por qué es tan difícil eliminarlas
Una de las razones por las que tener hormigas en casa resulta tan frustrante es que, aunque se limpie y retire la comida, siguen apareciendo.
Esto se debe a que pueden entrar por cualquier rendija, grieta o hueco minúsculo: marcos de ventanas, juntas del suelo, enchufes o incluso pequeños huecos en paredes o zócalos.
Además, su comportamiento social y organizado les permite establecer nidos ocultos tanto en jardines y balcones como en el interior del hogar. Sin localizarlos, la plaga no desaparece del todo, por eso a menudo reaparecen incluso después de aplicar remedios caseros.
Cómo encontrar el nido de hormigas
Detectar de dónde vienen es clave para solucionar el problema. Desde el portal especializado Multiplag recomiendan observar las filas de hormigas: seguir su rastro conducirá, con paciencia, al punto de origen.
Además, es importante fijarse en signos como:
- Montículos de tierra o acumulaciones de polvillo en balcones o suelos, especialmente si hay restos de pared o ladrillo: pueden delatar una entrada al nido.
- Hormigas aladas dentro de casa, una señal clara de que el nido está activo y en fase de expansión.
- Madera hueca o con orificios minúsculos, indicio de hormigas carpinteras escondidas en zócalos, muebles o vigas.
- Rincones húmedos o grietas ocultas, que conviene revisar a fondo.
- Actividad nocturna: con una linterna, se puede detectar movimiento intenso cuando cae la noche.
- Colocar un cebo dulce donde suelan pasar: pronto una línea de hormigas mostrará la ruta hacia su escondite.
- El uso de vinagre, jugo de limón o esencias como la menta puede ayudar a repeler hormigas de forma temporal, pero, su eficacia es limitada si no se actúa sobre el nido.
Si, aun con todo, no das con el nido o el problema persiste, lo más eficaz es acudir a una empresa profesional de control de plagas, que podrá localizarlo con precisión y aplicar un tratamiento definitivo.
Qué hacer si tenés una plaga
Si ya localizaste el foco o simplemente querés evitar que el problema crezca, hay varias acciones que puedes tomar. Los expertos recomiendan:
- Limpiar bien la cocina, especialmente mesadas, bachas y suelos.
- Tapar cualquier resto de alimento, incluso migas o envoltorios.
- Sellar grietas o accesos por donde puedan entrar.
- Evitar el exceso de humedad, especialmente en zonas como baños y bajomesadas.
- Utilizar productos específicos (geles, cebos o insecticidas), siguiendo las indicaciones del fabricante.
- Revisar patas, orejas y pelaje de mascotas, si hay zonas de exterior donde jueguen.