Cuando bajan las temperaturas, el cuerpo debe hacer un esfuerzo extra para mantener su temperatura. Esta acción puede intensificar síntomas en personas con ciertas condiciones crónicas, como la psoriasis, artrosis, dermatitis o sabañones.
Los expertos coinciden en la importancia de mantener las extremidades calientes, usar ropa adecuada y cuidar la piel, todas medidas clave para prevenir complicaciones.
Enfermedades que se agravan en invierno y consejos para prevenirlas
- Síndrome de Raynaud. Caracterizado por dolor, entumecimiento y cambio de color en manos y pies debido a la constricción de vasos sanguíneos. Para evitar episodios dolorosos, se recomiendan guantes térmicos, calcetines gruesos y ejercicios suaves que mejoren la circulación.
- Sabañones (Perniosis). Aparecen por exposición al frío y humedad, causando inflamación y grietas en la piel. Es vital usar ropa impermeable y mantener la piel hidratada para reducir riesgos.
- Alergia al frío. Provoca ronchas, picazón y, en casos graves, problemas respiratorios. Evitar cambios bruscos de temperatura y contacto directo con hielo o agua fría ayuda a controlar esta condición.
- Afecciones respiratorias. En personas con asma, bronquitis crónica o Epoc, el aire frío puede empeorar los síntomas. Se aconseja usar bufandas o mascarillas para proteger las vías respiratorias y mantener siempre a mano los inhaladores prescritos.
- Artrosis: el dolor que se intensifica con el frío. En Argentina, alrededor de 3 millones de personas padecen de artrosis sintomática, y el frío puede aumentar la rigidez y el dolor articular. Un estudio de la Universidad Occidental de Australia muestra que cerca del 44% de pacientes con artrosis sufren hiperalgesia al frío, es decir, mayor sensibilidad al dolor con bajas temperaturas.
- Salud de los pies. El frío, junto con una alimentación desequilibrada y el consumo excesivo de alcohol, puede afectar la salud de los pies. Los podólogos advierten sobre problemas como la gota, hinchazón y dermatitis.

Consejos para proteger las articulaciones en invierno
- Abrigarse bien con guantes y ropa térmica.
- Practicar ejercicios suaves como yoga o natación en agua templada.
- Usar deshumidificadores para controlar la humedad en casa.
- Aplicar compresas calientes para aliviar dolor y rigidez.
- Incluir alimentos ricos en omega-3 para reducir inflamación.
- Mantener un peso saludable y evita posturas incómodas.
- Consultar siempre a un especialista para conocer tratamientos innovadores.