La resaca se define como un conjunto de síntomas desagradables que pueden aparecer después de tomar demasiado alcohol. Incluso, no hay una manera sencilla de saber cuánto se puede tomar de manera segura para evitarla.
Los síntomas de la resaca arrancan cuando el alcohol en sangre baja a cero. Por eso, precisamente, muchos piensan que encarar el día posterior con una bebida alcohólica la evita cuando lo único que se logra es persistir en la intoxicación.
Los fines de semana, o días previos a una fiesta, son muchos los que acuden a una farmacia en busca de algún remedio o producto para ayudar a aliviar los síntomas de la resaca. Todo vale, desde analgésicos, como el ibuprofeno o el ácido acetilsalicílico, hasta soluciones rehidratantes y complementos alimenticios formulados para contrarrestar los efectos del alcohol.
Pero, ¿hasta qué punto este tipo de “soluciones” pueden servir para terminar con la resaca? Pablo García, farmacéutico y divulgador en redes sociales conocido como @medicadoo, responde el gran interrogante.
Síntomas de la resaca
Una resaca tras un consumo excesivo de alcohol le sucede al 80% de la población mundial, al menos un día al año.
- Sus principales síntomas son:
- Malestar general y sensación de mareo.
- Cefalea o dolor de cabeza.
- Náuseas, malestar gastrointestinal y boca seca.
- Hiperexcitabilidad, ansiedad y sudores.
“La intensidad de los mismos dependerá de la cantidad y del tipo de alcohol que se haya bebido; aunque también de si se había comido algo previamente, de si aumentó la actividad física durante el consumo de alcohol o el hecho de estar en buen o mal estado físico”, remarca el especialista.
La principal responsable de la resaca
La deshidratación es la principal responsable de estos síntomas, ya que provoca sed, cansancio y dolor de cabeza principalmente: “Cuando ingerimos altos niveles del alcohol se reducen los niveles de vasopresina (una hormona antidiurética), lo que produce un aumento de la micción y la pérdida de agua”.
Igualmente, García aclara que no todos los alcoholes son iguales y que existen unos compuestos llamados ‘congéneres’, que se generan durante la fermentación y añejamiento del alcohol, que son los responsables del sabor y del aroma, como el acetaldehído, el metanol, o el etilenglicol, que aparecen en las bebidas de color oscuro como el vino o el whisky. “Se sabe que a mayor proporción de estos, mayor es la resaca”, precisa.
La vitamina B no es lo mejor para la resaca
El experto echa por tierra uno de los principales mitos que ronda sobre las soluciones mágicas para la resaca y remarca que “ninguna vitamina, ni siquiera del grupo B, da superpoderes antirresaca, ni mejora la tolerancia al alcohol.
“No es cierto, no tiene base ninguna. Viene de los protocolos de atención a las personas con comas etílico, o intoxicación aguda de alcohol, y es que entre los múltiples pasos que hay que seguir se incluye la administración de un suero glucosado con vitaminas del grupo B, concretamente la B1 y la B6”, subraya.
Es más, advierte de que hoy en día hay muchos complementos y sustancias que se investigaron para mejorar la resaca, pero que no hay nada concluyente ni milagroso.
Así las cosas, el especialista resume que el único remedio, avalado por la ciencia, es el consumo moderado de alcohol. “No hay sustancias milagrosas”, concluye.