El pene enterrado es una afección en la que un pene de tamaño normal queda oculto bajo la piel o la grasa del pubis. Aunque su estructura interna permanece íntegra, provoca una imagen genital muy alterada y dificultades para orinar o mantener relaciones sexuales.
En casos graves, puede causar dolor e incluso la imposibilidad de lograr una erección visible.
Según el urólogo François Peinado, esta condición impacta gravemente en la calidad de vida de muchos hombres y suele pasar inadvertido por vergüenza o desconocimiento.
Tan frecuente como poco diagnosticada
El urólogo especializado en cirugía de pene detalla que esta afección puede ser causa de disfunción eréctil, alteraciones urinarias y rechazo corporal, como se expuso en un estudio recientemente publicado en la revista The Journal of Urology.
La investigación estudió a un centenar de hombres con esta afección, que se produce cuando un pene de tamaño normal queda oculto bajo la piel o la grasa del pubis, aunque su estructura interna se encuentre íntegra, causando una “imagen genital muy alterada”, y causando problemas para orinar o para mantener relaciones sexuales, provocando dolor e incluso la imposibilidad de mantener una erección visible.
El estudio, llevado a cabo por el centro San Diego Family Dermatology, Estados Unidos, comprobó que existen varios síntomas relacionados con esta patología.
- infecciones bacterianas y fúngicas
- fimosis
- problemas psicológicos
- disfunción sexual
- problemas de micción y posmicción
- liquen escleroso o estenosis uretrales
- carcinoma escamocelular de pene
“Son pacientes que suelen aislarse, evitar las relaciones íntimas y acudir tarde a consulta por vergüenza”, remarcó Peinado, quien subrayó que visibilizar el pene enterrado y explicar los tratamientos existentes es una forma de mejorar la salud física y emocional de estos pacientes.
Tratamiento
La cirugía consiste en liberar el pene oculto mediante la eliminación del exceso de tejido adiposo o cutáneo y, en algunos casos, reforzar la base del pene para que no vuelva a retraerse.
“Es una cirugía que mejora de forma muy notable la funcionalidad sexual, la imagen corporal y la autoestima de los pacientes”, concluyó el especialista.