El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, junto con la Universidad Miguel Hernández (UMH), probó una molécula experimental que se activa con luz azul y que podría tratar el ojo seco sin necesidad de gotas ni cirugía.
La enfermedad, que causa sequedad, ardor, picor y visión borrosa, afecta aproximadamente al 42,1% de la población argentina, siendo las mujeres más afectadas (45,1%) que los hombres (30,8%).
Los especialistas alertan además de un incremento de casos entre personas menores de 30 años.
Una molécula que responde a la luz
El estudio, liderado por el Instituto de Neurociencias (IN-CSIC-UMH), se centró en el compuesto DENAQ, una molécula fotosensible que se aplica directamente sobre los nervios sensoriales de la córnea, la capa transparente que protege la parte frontal del ojo.
En modelos animales, DENAQ demostró reducir la hiperactividad de los nervios sin alterar funciones esenciales como el parpadeo. “Es la primera vez que se muestra que una molécula fotosensible puede controlar la actividad nerviosa de la córnea mediante luz”, destacó el IN-CSIC-UMH en un comunicado.
La técnica se enmarca en la optofarmacología, un campo emergente que busca modular la actividad del sistema nervioso con luz, sin modificar genéticamente las células.
Cómo funciona DENAQ

El fármaco actúa como un interruptor químico: al recibir luz azul, cambia de forma y regula los canales iónicos de las neuronas corneales, reduciendo su excitabilidad.
“Lo interesante es que la luz no bloquea la función de los nervios, sino que la normaliza. En el ojo seco, las terminaciones nerviosas están disparando de manera exagerada, y con el optofármaco logramos que su actividad vuelva a niveles saludables”, explicó Víctor Meseguer, codirector del Laboratorio de Neurobiología Ocular del IN y líder del estudio publicado en la revista British Journal of Pharmacology.
Los experimentos, realizados en cobayas y ratas, mostraron que el efecto se mantiene incluso en córneas con sequedad inducida, sin alterar la sensibilidad normal al frío.
Una alternativa a las gotas tradicionales
La posibilidad de actuar sólo sobre la zona afectada y de forma reversible convierte a esta estrategia en una alternativa prometedora frente a los tratamientos convencionales, que suelen requerir lágrimas artificiales o intervenciones quirúrgicas.
Además, DENAQ permite un control preciso y localizado de la actividad nerviosa periférica, evitando los efectos secundarios que provocan algunos fármacos sistémicos.
Próximos pasos y potencial terapéutico
El equipo comprobó que la molécula penetra en las terminaciones nerviosas a través de canales P2X3, estructuras que no se habían descrito antes con esta función en la córnea. Este hallazgo abre la puerta al desarrollo de fármacos fotosensibles más específicos.
“El estudio refuerza la idea de que se puede controlar la actividad nerviosa periférica con luz, de forma localizada y reversible”, agregó Meseguer.