“El pasado 14 de enero, mientras cargaba combustible a 43° en Córdoba, mi hija Zoe, de 14 años, me hizo una pregunta: “Papá, la nafta que estamos cargando, ¿cuánto contamina el ambiente?”. Me quedé en silencio. Al recibir el ticket del playero, caí en la cuenta: ¿y si cada ticket de combustible incluyera el CO₂ que generamos? ¿Y si lo mismo sucediera con las facturas de gas y electricidad? Algo tan sencillo podría ayudarnos a ser más conscientes y responsables sobre nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)“.
De este modo, un colectivo liderado por docentes de un taller de Filosofía y Ambiente presentó cómo surgió la idea de un proyecto de ley que propone que cada ticket o factura de combustible, gas y electricidad muestre la huella de carbono que genera.
Se aunomina "Etiquetado de carbono en facturas de combustible, gas y electricidad" y está juntando firmas en la plataforma de peticiones públicas Change.org, además de ser ofrecido a los legisladores provinciales de todas las fuerzas políticas.
El etiquetado es parte de un plan mayor, que es establecer un límite de emisiones de gases de efecto invernadero por persona.
Pero el paso previo para ello es obligar al etiquetado de carbono en consumos energéticos y “promover la formación ciudadana para la reducción gradual y sostenida de la huella de carbono en la Provincia de Córdoba”, plantean los autores.
La iniciativa apunta la responsabilización individual y, en particular, a las entidades públicas y privadas que comercialicen combustibles, gas natural o servicios de energía eléctrica.
En el ejercicio que propone el proyecto se establece como límite anual de emisiones directas de gases de efecto invernadero la cifra de 1.9 tCO₂e por persona residente en Córdoba. Este tope será de cumplimiento obligatorio a partir del año 2040, con metas intermedias de reducción progresiva cada cinco años, planificadas por la autoridad de aplicación, dice la iniciativa.
El etiquetado de carbono en facturas y tickets, en sí, exigiría que en cada factura de venta de nafta, gasoil u otro combustible líquido deberá informarse, a su vez, los litros expendidos y la equivalencia de emisiones de CO₂ generadas por el volumen adquirido (kg CO₂).
Las facturas de gas natural, ya sea de red o comprimido, incluirán la cantidad de CO₂ equivalente liberada por el consumo facturado.
Y las compañías distribuidoras de energía eléctrica deberán informar en cada comprobante: kWh consumidos y equivalente de emisiones de CO₂ según la matriz energética utilizada.
El proyecto crea un Registro Provincial de Huella de Carbono, para la inscripción de emisiones anuales, acceder a diagnósticos personalizados y optar a incentivos fiscales o reconocimientos por reducciones comprobadas.
El etiquetado está firmado por el docente Federico Figueroa, presidente de Fundación Darte y adhieren los doctores Mario Oyola y Fernando Blanco, el geólogo Facundo Aredes, la licenciada Paula Gordillo y la profesora Desiree Figueroa.
“La transparencia en nuestras emisiones es el primer paso hacia una ciudadanía más informada y responsable. Al saber exactamente cuánto CO₂ emitimos, podremos adoptar medidas concretas para reducir nuestra huella de carbono. Es un pequeño cambio que puede significar un gran impacto para las futuras generaciones”, plantean en la petición de firmas en Change.