Días atrás la concejal Fabiana Gutierrez por la Unión Cívica Radical (UCR) de Córdoba presentó en el Concejo Deliberante de la ciudad un proyecto de ordenanza de “Promoción y Beneficio Impositivo en Accesibilidad” para vecinos frentistas y propietarios de locales comerciales que no estén contemplados en el Código de Edificación Urbano.
La iniciativa busca mejorar la accesibilidad de las calles de la ciudad para personas con discapacidad a la vez que ofrece una ventaja para los propietarios y comerciantes que deseen sumarse construyendo rampas de acceso de forma voluntaria.
Para el caso de vecinos frentistas que sean propietarios de casas esquina y decidan construir una rampa, se los eximiría de pagar el Impuesto Inmobiliario durante 10 años. Los comerciantes propietarios de un negocio que no estén obligados por las leyes actuales a tener una rampa de acceso y la hagan por propia iniciativa, estarían exentos de pagar la Contribución de Industria y Comercio por dos años.
La ordenanza prevé que la Secretaría de Desarrollo Urbano sea la encargada de proporcionar un diseño de plano gratuito y estándar de las rampas a construir, una especie de “rampa universal” avalada por convenciones internacionales Además, sería el ente encargado de asegurar que las rampas cumplan con los requisitos necesarios para que el vecino o comerciante reciba el beneficio impositivo.
“El proyecto tiene una propuesta normativa que se asienta principalmente en el incentivo para hacer, más que en el imperativo de obedecer. Esta manera de legislar en sentido positivo, es una de las estrategias mas efectivas a la hora de elaborar principios legales en favor de la discapacidad”, explicó a La Voz Fabiana Gutierrez.
Y agregó: “de lo que se trata específicamente es de incentivar la voluntad del vecino de querer colaborar desde su lugar en el desarrollo de una ciudad inclusiva, sin tener que esperar que el Estado, en su inmensidad de legalidad y burocracia, llegue a responder una necesidad que hoy consideramos de urgencia”.
En ese sentido, sostuvo que tomar conciencia personal del concepto de “ciudad inclusiva” es más necesario que llenar un Código de Legislación sobre discapacidad, ya que según su visión lo que hoy falta en la sociedad es interiorizar la necesidad del otro y actuar en consecuencia, más allá de hacer cumplir las normativas vigentes sobre personas con discapacidad.
Falta de accesibilidad
La creación de este proyecto surgió luego de un relevamiento realizado en un cuadrante de 10 manzanas dentro del microcentro de la ciudad. Los resultados fueron poco alentadores: de 162 locales relevados, 101 carecen de accesibilidad adecuada. Además, se constató el poco mantenimiento o la inexistencia de rampas en las esquinas.
“Con este diagnóstico se nos ocurrió esta propuesta. Muchos locales gastronómicos tampoco tienen una rampa de ingreso ni tampoco baños, pese a que está contemplado en las leyes vigentes”, dijo Gutierrez.
La concejala se refirió a una antigua ordenanza que designaba a la Municipalidad como la encargada de construir las rampas de acceso. “Primero se empezaría en el centro y luego se extendería por toda la periferia, pero no solo que nunca se terminó el centro, sino que las pocas que se hicieron ya se destruyeron”, manifestó.
Ante esta problemática afirmó que la ciudad aun no está preparada para ser inclusiva y accesible y que esta ordenanza busca no solo dar una respuesta a la situación, sino también promover un sentido de comunidad y responsabilidad social entre los propietarios y comerciantes.
“La accesibilidad es un derecho fundamental y nuestro objetivo es promover la construcción de rampas de acceso para generar una ciudad más inclusiva donde todos puedan disfrutar de los espacios públicos sin sentirse excluidos por falta de infraestructura adecuada”, cerró.
