No todos los alimentos actúan igual en el cuerpo. Algunos, además de nutrir, pueden influir directamente en funciones clave como el metabolismo o la respuesta del sistema inmune. Cada vez más estudios apuntan a que ciertas semillas, cereales y vegetales contienen compuestos bioactivos con efectos que van más allá de lo que tradicionalmente se entiende como comer sano.
Una reciente investigación internacional dio un paso más al identificar cómo un alimento poco difundido en la dieta cotidiana tiene el potencial de prevenir enfermedades metabólicas crónicas, como el hígado graso asociado al metabolismo.
El hallazgo refuerza el concepto de inmunonutrición, una nueva mirada que conecta lo que se come con la capacidad del cuerpo para autorregularse y defenderse.
Así puede ayudar a prevenir enfermedades metabólicas crónicas
Un equipo interdisciplinario de científicos analizó cómo componentes específicos de la quinoa actúan sobre el sistema inmunitario y el metabolismo hepático.
Según Moisés Laparra, coordinador del estudio, la quinoa no sólo es rica en proteínas, fibra y micronutrientes, sino que contiene fracciones bioactivas capaces de prevenir enfermedades crónicas como el hígado graso asociado al metabolismo (EHGAM).
Estos beneficios se deben a la acción de la fracción proteica de bajo peso molecular (PBPM) y del extracto lipídico de la quinoa (qLF), que modulan el sistema inmune innato y ayudan a restaurar el equilibrio metabólico en contextos de dieta alta en grasas.

Qué es la inmunonutrición y por qué es clave en la prevención
La inmunonutrición es una rama emergente que estudia cómo los nutrientes y compuestos bioactivos influyen en el sistema inmunológico. En el caso de la quinoa, los investigadores encontraron que sus compuestos SETIs (inhibidores de proteasas tipo serina) tienen un impacto directo en la expansión de células inmunes innatas, en especial macrófagos hepáticos, que cumplen un rol clave en el control de la grasa acumulada en el hígado.
“La quinoa es un ejemplo paradigmático de alimentación de precisión”, explica Laparra. “Estos hallazgos muestran que no se trata sólo de comer sano, sino de entender cómo ciertos alimentos interactúan con nuestra biología”, agrega.
Cómo incorporar la quinoa a la dieta diaria
Una de las formas más eficaces de aprovechar sus beneficios es mediante la harina de quinoa, que puede utilizarse en formulaciones de pan reemplazando hasta un 20% del trigo. Esto mejora el perfil nutricional del producto y ayuda a reducir marcadores clave de riesgo metabólico como los niveles de triglicéridos y la resistencia a la insulina.
No obstante, los investigadores advierten que los efectos más potentes se obtienen al aislar las fracciones específicas PBPM y qLF. De allí la importancia de desarrollar alimentos funcionales dirigidos y asesorarse con profesionales de la salud capacitados en inmunonutrición.
La recomendación: hay que lavar muy bien la quinoa antes de cocinarla y consumirla. La saporina es un compuesto químico que se encuentra en la cáscara de la quinoa. Es un antinutriente, lo que significa que puede interferir con la absorción de nutrientes.
Enfermedades metabólicas: un problema creciente
El hígado graso metabólico (EHGAM) afecta a entre el 15% y el 30% de la población global y forma parte de un grupo de enfermedades no transmisibles responsables del 70% de las muertes en el mundo.
Aurora García Tejedor, vicedecana de Ciencias Biosanitarias de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), destaca que la nutrición basada en evidencia puede desempeñar un papel decisivo en la prevención de estas patologías.
“La quinoa contiene ingredientes inmunonutricionales que ofrecen una vía concreta para disminuir el riesgo de comorbilidades crónicas. Incorporarla a la dieta diaria es un paso simple pero potente en la dirección correcta”, concluye.
Claves del estudio
- Se analizaron 139 ensayos clínicos y pruebas preclínicas.
- La quinoa promueve el equilibrio metabólico y mejora la respuesta inmunitaria.
- Los compuestos más efectivos son el PBPM y el qLF.
- Su inclusión en la dieta puede ayudar a prevenir enfermedades como el hígado graso y la resistencia a la insulina.
Propiedades de la quinoa

- Su alto nivel de proteínas (hasta un 23%).
- Es rica en minerales (calcio, hierro, magnesio), vitaminas (C, E, B1, B2 y niacina), fósforo y potasio. De gran ayuda para proteger los huesos y la salud cerebral.
- Es rica en hidratos de carbono de asimilación lenta, con todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo no sintetiza y que, por lo tanto, tenemos que incorporar a partir de la dieta.
- Contiene una variedad de antioxidantes y antiinflamatorios, como flavonoides y polifenoles, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y protegen las células de daños.
- Su alto contenido en Omega 6 la hace perfecta para mantener a raya el colesterol.
- Su aporte en fibra soluble e insoluble ayuda con el estreñimiento.
- Tiene un índice glucémico muy bajo así que es beneficiosa en casos de diabetes.
- Es hipoalergénica (no contiene gluten).